A la recogida de firmas para evitar la desaparición definitiva de las embarcaciones de pesca de arrastre en el Mediterráneo español se le suma hoy un paro general que sólo en la provincia de Málaga afectará a más de una treintena de barcos.

La movilización coincide con una nueva reunión sectorial, esta vez en Valencia, a la que acudirán portavoces de la federación malagueña de cofradías e incluso varios armadores. El objetivo no es otro que el de arrancar un compromiso para que el Gobierno español interceda con Bruselas y consiga detener los recortes previstos por la UE.

Los dirigentes de la propia Unión Europea tienen previsto reducir de manera progresiva el número de días que por año tendrán para faenar estas embarcaciones, de manera que los pescadores calculan que en apenas dos años, según los recortes anunciados, su actividad dejará de ser rentable. De este arte de pesca dependen en la Costa del Sol las capturas de salmonetes, cigalas, chopos, pulpos, merluzas, gambas blancas, bacaladillas, toritos, jureles o besugos.

El presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores malagueña, Miguel Ángel Carmona, indicó ayer que la pesca de arrastre no sólo ha sido tradicionalmente «sostenible, sino que además ha gozado de una enorme popularidad social en la provincia malagueña, porque las variedades que genera son fundamentales para el típico pescaíto de la bahía». Agradeció por otra parte la implicación de la parlamentaria andaluza Clara Aguilera, que va a unirse a la movilización del sector de la misma manera que participó en el proceso para presentar alegaciones a las medidas que en los últimos meses ya anunció la UE.

«Hay muchos empleos directos en juego, pero además de la flota de esta provincia, indirectamente, con la fuerza de nuestra gastronomía en el turismo que nos visita, genera un cupo también importantísimo de puestos de trabajo», expresó el propio Carmona antes de partir hacia tierras levantinas. La flota pesquera malagueña en su conjunto está movilizada con la situación que padece el arrastre, porque los recortes en un futuro podrían afectar a otras artes. Así recuerdan sus portavoces que de unos 250 barcos que quedan en la provincia, 125 están dedicados al marisqueo, otros 55 a las artes menores y unos 30 al cerco. El resto, menos de 40 en la actualidad, son embarcaciones de arrastre.

La directiva de la Comisión Europea que el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente tiene desde hace meses sobre la mesa y que para el nuevo Ejecutivo, liderado por Pedro Sánchez, «es prioritaria» amenaza con la continuidad de la pesca malagueña en general. El vicepresidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras, José María Gallart, recordó que el reglamento no se corresponde «con la realidad del sector», especialmente con el de arrastre, y que en el cómputo de la comunidad autónoma andaluza afecta directamente a 460 empleos directos y unos 2.300 indirectos.