Varias personas que habían perdido a sus perros en China, se encontraron que un mercado de carne del país anunciaba la venta de sus mascotas. El establecimiento tenía 20 canes que iban a sacrificarlos para comercializar con ellos.

Los afectados decidieron reunir dinero para comprarlos vivos y evitar la matanza de sus mascotas. De este modo, todos los cachorros fueron puestos en libertad, momento en el que uno de los canes no pudo resistirse y comenzó a llorar de emoción.