Caía la madrugada del jueves y nos marchábamos para casa con las doce agrupaciones que han pasado a la final. Después de la semifinal más flojita de esta segunda etapa del concurso y sorprendida por la rapidez con la que se anunció el veredicto, el jurado no se lo pensó mucho. Parece ser que las cuentas estaban todas hechas. Estas noches de cuchillos largos, son noches de nervios, de alegría y de decepción. Sólo había cinco puestos y muchas agrupaciones de calidad, alguna gorda se quedaba fuera, estaba claro. En murgas, ya se habla de cajonazo con la Vitoria, malagueña y exquisita del Susi. Primer premio hace dos años, y segunda posición el año pasado. Que Susi no esté el viernes en el Cervantes ha sido toda una sorpresa. Pero qué decir, son ellos los que deciden, y estoy segura que cualquier palabra de ánimo que se le dé en este momento les va a servir de poco, según su pase en semifinales creo que se guardaron sus dos mejores cuplés para la gran final y esto puede que les haya pasado factura. ¡Digo yo!,en estos casos nunca se sabe.

En el otro lado está la comparsa del Kara y Félix Godoy, Los Calleheros. Para muchos no entraban dentro de sus quinielas, según parece su pase en preliminares no caló, era muy diferente a lo que habían hecho otros años, una apuesta muy arriesgada... a mí me sorprendieron desde el minuto uno y para bien, he leído y escuchado todo tipo de comentarios y me he tenido que morder la lengua. ¿Cómo no se podía valorar un tipo que hace homenaje al carnaval más puro?, al de la calle y a las callejeras. Claro que hay apostar y arriesgar, que lo clásico es maravilloso y a todo oído carnavalero gusta pero hay que innovar, avanzar y apoyar a los nuevos autores que vienen con aíres nuevos y con plumas dignas de analizar. Una vez más, es mi humilde opinión y seguro que muchos no estén de acuerdo conmigo. Pero así es el carnaval, subjetividad pura y dura. El concurso este año ha sido duro para Felix Godoy, no debe ser fácil tener que apagar tantos fuegos. Pero todo esto te va hacer más grande como autor y como carnavalero, más si cabe. Estáis en la final por derecho. Porque vuestra presentación es un dulce de musicalidad, de voces, de ingenio y de originalidad en la interpretación. Quizás me sobró un pasodoble en la primera fase, pero con los de semifinales, chapó. Lloré con esa segunda letra en la butaca. El grupo pegó un zapatazo en la noche del lunes y bordasteis un popurrí cargado de versos difíciles de olvidar. Anoche yo también me emocioné cuando escuché vuestro nombre en el pase. El puesto que obtengáis en la final ya es lo de menos, vuestro y nuestro premio, es sin duda teneros el viernes.

Qué batalla más hermosa hemos vivido en comparsas, conspiraciones podemos hacer pocas, el jurado ha decidido. Y el año que viene esperaremos a Arroyo y a Marbella, como siempre hemos hecho, con los brazos y el corazón abiertos de par en par.