La fiesta del invierno cálido ha vivido su tradicional domingo de piñata, una jornada que disfrutaron miles de malagueños con la Gran Boqueroná y las actuaciones de las agrupaciones de canto por todo el centro histórico. Por supuesto, el Entierro del Boquerón dio por terminados en la playa de La Malagueta unos festejos cada vez más seguidos en nuestra ciudad.

La fiesta del disfraz, la del papelillo y la de la copla se despide hasta el año que viene. El domingo de piñata ha sido la última oportunidad de disfrutar del carnaval y de todo lo que este ofrece a los malagueños y visitantes. El buen tiempo ayudó a que los carnavaleros disfrutaran de este último día por todo lo alto.

Desde que comenzara el Concurso de Agrupaciones de Canto, el pasado 2 de febrero, la ciudad ha podido vivir un completo programa de actividades que la Fundación Ciudadana del Carnaval había organizado para estas tres primeras semanas. La fiesta explotaba en su mes estrella y se han vivido momentos que seguro pasarán a la historia. Partiendo de un COAC que ha conseguido subir un escalón en calidad y madurez, para desembocar en una reñidísima final que el público vivió de una manera apasionante, hasta el pregón del comparsista alhaurino Dede Cortés, que marcó un antes y después en los discursos carnavaleros. Y todo esto culminó este pasado fin de semana con la toma de la calle por las agrupaciones de canto y los disfraces. Mucha fiesta que concluyó, cómo no, con el tradicional Entierro del Boquerón en las playas de La Malagueta.

Después de una madrugada ajetreada, desde las doce de la mañana la Plaza de la Constitución se despertaba repleta de gente, familias y jóvenes que no querían perderse este domingo de piñata. Se han visto muchos disfraces, un logro bastante importante en el haber de la Fundación, que ha puesto todo su empeño para dar ese empujón a los malagueños para que disfraz al hombro salgan a la calle a disfrutar de todo lo que da de sí el Carnaval.

Las coplas comenzaron a sonar en el escenario de la Constitución, en la calle Larios y en la doble curva de la calle Granada. Largas colas para degustar los tradicionales cartuchos de boquerones que se repartieron de forma gratuita a todos los asistentes, la Gran Boqueroná. Y sobre las cinco de la tarde el cortejo fúnebre capitaneado por el Boquerón y seguido por todos los actores de la fiesta comenzó su recorrido hasta la playa de la Malagueta.

Miles de malagueños acompañaron al boquerón, que recorrió el Centro de Málaga y el Muelle Uno hasta las Playas de la Malagueta para su cremación. Más de dos horas de desfile donde murgas, comparsas y cuartetos participaron entonando, ya sí por última vez, sus repertorios. El colorido de los disfraces se mezclaba con el negro riguroso que se requiere para enterrar a nuestro pescado más emblemático. Un adiós con una sonrisa dibujada en la cara por todos aquellos que han conseguido llevar a cabo un gran Carnaval 2017, momentos de tristeza pero también de alegría ya que a partir de hoy todos estos actores de la fiesta se ponen manos a la obra para comenzar a trabajar para el Carnaval de Málaga 2018.