El carnaval tiene su propio lenguaje como no podría ser de otra forma. Tiene una manera de expresarse que puede llegar a confundir a los que no están acostumbrados a leernos y a escucharnos. La jerga carnavalera nada tiene que ver con otras jergas, aunque a veces ni el propio carnavalero lo entienda. Esto es debido a que el carnaval está creciendo tan rápido que muchas veces hasta nosotros mismo nos quedamos atrás. Esto es gracias o por la culpa de las redes sociales. Expresiones nuevas en el vocabulario carnavalero se van introduciendo como random, ramplón, me tiro, el tono en camerinos, esto es un uno, chupito, acento musical, la caja y el bombo ya están en el autobús, alameders y un largo etc., se unen a otras muchas que ya teníamos.

Es comprensible que él que no siga tan de cerca el carnaval por las redes, porque no las usa, porque las mira de tarde en tarde, o bien sólo cuando canta su grupo su familiar o su amigo. Y ahí es cuando llegan los ofendidos. Nada mas lejos de la realidad. Algunos piensan que este argot de Twitter es para mofarse y crear corrientes de opinión en contra o a favor de las agrupaciones, pero yo pienso que esta crítica en forma de jerga puede ayudar a esa agrupación a pulir sus defectos y es positivo que te digan eso que ningún conocido tiene valor para decirte. Los alameders somos unos cachondos, no se ofendan y no olviden que nuestro objetivo es ayudar a mejorar, pero sin perder el sentido del humor. El carnaval es la fiesta de la libertad, de expresión y al igual que tu tienes tu forma de expresarte encima de un escenario, algunos que no tienen esa oportunidad lo hacen de otra. Con su propio lenguaje twitero ya asimilado en carnavales vecinos. Un argot que no pretender molestar a nadie y que usa el arma más mortífera de la humanidad, la comunicación.