El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) publicó ayer en su web como suceso notificable la detección de "material radiactivo dentro del emplazamiento, fuera de la zona radiológica, que ha requerido reclasificación zonal por contaminación".

"El titular ha recogido y segregado la tierra afectada, que ocupa un volumen de unos 300 litros y ha procedido a la limpieza de la zona", explicaba el CSN en su comunicado.

Greenpeace ha exigido al CSN "que dé a conocer los motivos del fallo, el destino de esta tierra radiactiva recogida, si se han producido vertidos líquidos, sólidos o emisiones gaseosas de radioactividad al medio ambiente y la composición y la cantidad de material radiactivo hallado y potencialmente liberado al exterior".

Además, también ha pedido "con carácter urgente" que se aclare cuándo se produjo el suceso y cómo se descubrió.

La organización ecologista ha advertido de que dependiendo de la cantidad de material radiactivo del que se trate, este percance podría "entrañar graves consecuencias para la población".

Greenpeace ha recordado que la central nuclear de Cofrentes es propiedad de Iberdrola y que también es la instalación nuclear con más fallos después de las centrales catalanas.

Además, ha destacado que este incidente "es tan sólo el último caso dentro de una larga y creciente lista de accidentes que afectan a la seguridad de estas instalaciones", ya que en los últimos diez días se han producido seis sucesos notificables.

Por su parte, la responsable de la campaña de Cambio Climático y Energía de Greenpeace, Sara Pizzinato, ha recordado que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, prometió un futuro energético "libre de nucleares", por lo que le ha exhortado a que cumpla su compromiso.

A estas críticas también se ha sumado el partido de Els Verds, cuyo portavoz, Giuseppe Grezzi, ha resaltado en un comunicado que este incidente "es un escape radiactivo muy parecido al que hubo en la Central Nuclear de Vandellós".

En su opinión, "la Nuclear de Cofrentes ya no reúne las condiciones adecuadas de seguridad para seguir funcionando", por lo que ha reclamado su cierre "antes incluso de que acabe su vida útil, prevista en 2011".