La tortuga fue tratada por personal veterinario del acuario que constató una considerable deshidratación para la cual se le suministró un compuesto de suero y aminoácidos inyectados por vía intracelonica.

La tortuga, de unos 2 kilos de peso, estaba impregnada de crustáceos adheridos y algas en el caparazón.

La especia boba caretta es el quelonio más típico en áreas de Mediterráneo y Atlántico, no así en el Cantábrico, en el que es relativamente escasa.

La última tortuga Boba recogida por CEPESMA en el Cantábrico, de tamaño similar a esta, estuvo durante más de un mes expulsando restos de plásticos por las heces.

Estos elementos junto con los anzuelos de arte de pesca (palangre) son los peligros más habituales que hacen disminuir las poblaciones de estos animales.

A estos problemas hay que añadir también la degradación de los arenales que eliminan sus nidificaciones.

La tortuga permanecerá recuperándose en las instalaciones del acuario de Gijón hasta que sea posible su devolución al mar.