El equipo veterinario, que dirige Santiago Borragán, ha considerado que la osezna se encuentra lo "suficientemente recuperada" como para salir al exterior y disfrutar del buen tiempo y la luz solar, que "favorecerá" su crecimiento y el fortalecimiento de su masa ósea.

Según la valoración de los veterinarios cántabros, la osezna, aquejada de un traumatismo craneal, apenas tiene problemas de equilibrio, aunque presenta una "ligera" cojera en la pata derecha y una "peor" movilidad en la mano diestra.

Además, ha recuperado la visión, la coordinación y el apetito y, desde su llegada al parque, ha engordado un kilo.

Ésta es la primera vez que el equipo veterinario de Cabárceno atiende un caso de estas características, por lo que se ha mostrado muy "satisfecho" con los avances conseguidos.