La Leopoldina deberá ser en el futuro la voz de la ciencia alemana en los organismos internacionales, resumir, actualizar y divulgar el estado de la investigación científica en campos claves para nuestra época -como el cambio climático- y proporcionar asesoría especializada a los representantes del estado.

Los modelos para la conversión de la Leopoldina en Academia Nacional son la Royan Society del Reino Unido y la Academie des Sciences de Francia.

Inicialmente, hubo reticencias a los planes de la ministra de Investigación y Ciencia, Annete Schavan, de convertir la Leopoldina en Academia Nacional debido a que en Alemania existen ya organizaciones científicas de gran influencia como la Sociedad Max Planck y ocho academias regionales.

Sin embargo, los planes de Schavan se impusieron, aunque algunos dudan de que, ante la competencia de la Sociedad Max Planck o la Deutsche Forschunggemeinschaft (DFG) -Comunidad de Investigación Alemana-, la Leopoldina pueda llegar a ser realmente la voz de la ciencia alemana.

En todo caso, ya antes de la cumbre del G-8 en Heiligendamm, la Leopoldina dio un ejemplo de lo que pueden ser sus tareas futuras al convocar una reunión de las academias científicas de los países del grupo y de los cinco principales países emergentes.

Esa cumbre científica terminó aprobando un llamamiento a la cumbre de gobernantes para tomar medidas en contra de los peligros derivados del cambio climático.

La Leopoldina tiene a Halle como sede sólo desde el siglo XIX, pero fundada por cuatro médicos en 1652 en Schweinfurt como Academia Naturae Curiosorum (Academia de las Curiosidades de la Naturaleza).

En 1687 el emperador Leopoldo I le dio el rango de Reichakademie (Academia Imperial). Antes de fijarse en Halle, la sede fue itinerante y cambiaba según el lugar de residencia del presidente de turno.

Actualmente, la Leopoldina tiene 1.300 miembros, publicaciones propias y organiza congresos y simposios.

Pese a que a partir de hoy se considerará Academia Nacional, en sus estatutos se presenta como transnacional y su campo de acción se extiende a Austria y Suiza.

Un tercio de los miembros de la Leopoldina no son alemanes.

La academia tiene 22 secciones que abarcan todo el espectro de las ciencias naturales tradicionales pero no incluyen ni la ingeniería ni las humanidades.

Para cubrir esos vacíos, en el futuro la Leopoldina colaborará estrechamente con la Academia Alemana de las Ciencias Técnicas (Acatech) y con la Academia de las Ciencias de Berlín-Brandeburgo.