La "llave" química de la atención es la acetilcolina, una "molécula mensajera" que se encuentra de forma natural en el organismo, explicó a Efe el director de la investigación, Alex Thiele.

El responsable de la investigación, publicada en el último número de la revista científica británica "Nature", indicó que el funcionamiento del proceso de fijación de la atención, de naturaleza psicológica y neurobiológica, se conoce desde hace más de cien años.

Sin embargo, destacó, hasta ahora no se había podido determinar qué circuitos cerebrales estaban implicados en ese proceso.

Tras desarrollar su investigación, los científicos han descubierto que la acetilcolina es la "llave" que abre las "cerraduras" necesarias de la corteza visual del cerebro para que las células nerviosas puedan comunicarse entre sí y el proceso de fijación de la atención sea efectivo.

Esta molécula contribuye al proceso actuando sobre los receptores mucarínicos, una suerte de cerradura, lo que implica cambios en el comportamiento de las células cerebrales.

Los investigadores llegaron a estas conclusiones después de trabajar con monos que recibieron inyecciones de acetilcolina en la corteza visual del cerebro.

Primero se adiestró a los animales para que aprendieran a prestar atención a un determinado acontecimiento.

Cuando los monos recibían las inyecciones de acetilcolina eran mejores, más rápidos, al llevar a cabo la tarea que le habían asignado sus adiestradores.

Sin embargo, esto sólo fue así cuando recibieron dosis muy pequeñas de esta sustancia, ya que las elevadas resultaron perjudiciales.

Aparte de conocer la función de esta sustancia, los científicos descartaron que otro tipo importante de receptores, los nicotínicos, estén implicados en el proceso de fijación de la atención.

Estos descubrimientos son importantes para avanzar en el conocimiento de la atención, que es necesaria para la percepción consciente, el aprendizaje y la memoria.