David Blyde, que también es vegetariano, introdujo su brazo entre las fauces de un "tiburón toro", de tres metros de largo, que había sido rescatado en el parque marino Mundo Marino, en Byron Bay, 800 kilómetros al norte de Sídney.

Varias personas atraparon al animal, del que colgaba parte del gancho de la mandíbula, y le introdujeron un tubo de plástico por el aparato digestivo para intentar liberarlo del gancho de metal.

Blyde tuvo que introducir el brazo a través del tubo, que le protegía de los afilados dientes del escualo.

"Como vegetariano uno termina a menudo poniendo las manos en lugares que la mayoría encuentra poco atractivos", explicó Blyde a la televisión local "Seven Network".

En un par de ocasiones, tuvo que retirar el brazo del animal, que trató de luchar para liberarse, pero pudo arrancar el objeto incrustado tras 45 minutos de delicada operación.

El tiburón toro (carcharias taurus) es una de las especies marinas más amenazadas en Australia, tras haber llegado casi a la extinción total a consecuencia de la pesca abusiva, y actualmente sólo quedan unos 300 ejemplares.

De aspecto robusto, este animal vive en aguas poco profundas cerca de arrecifes o cuevas rocosas, se alimenta de peces y rayas, y llegan a medir cuatro metros aunque no se consideran una amenaza para las personas.