En un informe publicado por la revista PLoS ONE, los científicos de la Universidad de Texas y de la Universidad Estatal de Sao Paulo admitieron que eso explicaría el hecho de que la cuenca amazónica es la que alberga la mayor riqueza biológica del planeta.

Esa conclusión se basó en el análisis de tres tipos de hormigas que cultivan su propio alimento basado en hongos, lo que determinó de qué forma la geografía y el clima afectaron el desarrollo de nuevas especies.

"Nuestro estudio es único porque se basó en un insecto. Los anteriores se centraron en pájaros, mamíferos y otros vertebrados.

Los insectos representan la mayoría de la diversidad animal en el Amazonas", manifestó Scott Solomon, autor principal del estudio.

El cambio climático de la última glaciación que ocurrió hace unos 21.000 años obligó a esas hormigas a construir refugios aislados en los que evolucionaron hasta convertirse en especies diferentes.

"Durante la última glaciación la región amazónica era más fría y seca que ahora, aunque probablemente estaba cubierta por bosques", señaló Solomon.

Al comparar, mediante un método informático, la situación climática donde viven ahora esas especies con lo que fue el clima en el pasado, los científicos determinaron dónde pudo vivir cada una de ellas durante esa glaciación.

Su cálculo fue reforzado por secuencias de ADN de cada especie en las que encontraron que los cambios dejaron una marca genética que es detectable en las hormigas que pueblan la región.

Por otra parte, antes de esa glaciación, los niveles marinos tuvieron especial influencia en la separación de muchas especies y en la evolución de otras.

Según los científicos, muchas regiones de Suramérica cubiertas ahora por las selvas estaban bajo el mar hace 10 y 15 millones de años.

Los picos de las regiones más altas, entre ellas cadenas montañosas como la Cordillera de los Andes, eran en realidad islas en las que las especies evolucionaban independientemente una de otra.

La evidencia genética coincide con ambas posibilidades y sugiere que tanto las modificaciones causadas por el cambio climático como la inundación de la cuenca amazónica fueron responsables de la diversidad de ese tipo de hormigas y de otras especies, según los científicos.