Los descubrimientos de Milankovic (1879-1958), objeto de una gran exposición abierta esta semana en Belgrado, han permitido ayudar a entender uno de los grandes misterios de la historia terrestre: los periodos de sucesión de las eras glaciales.

La teoría del científico serbio da el protagonismo a las radiaciones solares y atribuye el cambio del clima a una combinación de tres ciclos astronómicos, explicó a Efe Slavko Maksimovic, meteorólogo y presidente de la Asociación "Milutin Milankovic".

Estos cambios están relacionados con movimientos de la Tierra alrededor del Sol: la revolución del eje de rotación de la Tierra; variaciones en la inclinación de su eje; y la oscilación de la excentricidad de la órbita de la Tierra en torno al Sol.

"Su grandeza está en el hecho de que intentó encontrar el vínculo entre los tres fenómenos, algo que no había hecho nadie. Introdujo en la investigación la matemática, en la que fue incomparable, y al final superpuso los tres fenómenos. El resultado o consecuencia de esos fenómenos es nuestro clima", dijo Maksimovic.

Aplicando sus cálculos matemáticos, Milankovic llegó a la conclusión de que el clima en la Tierra está formado por grandes ciclos que se suceden y que ahora nos encontramos en una época que califica como "interglacial".

La cantidad de la radiación solar influye de forma directa en el sistema climático de la Tierra, en el avance o la retirada de las masas glaciares en el planeta.

Este año se celebra el 130 aniversario del nacimiento de Milankovic y con ese motivo la Academia Serbia de Ciencias y Artes ha preparado una amplia exposición dedicada a su obra.

El serbio trabajó en su teoría durante 30 años, desde 1910, y sumó sus investigaciones en la obra "Canon de la insolación", que apareció primero en alemán, lengua en la que estudió Ingeniería Civil en Viena, a comienzos del siglo XX.

Maksimovic explicó a Efe que el factor humano no puede influir en el proceso de cambio climático definido por Milankovic.

"El hombre no puede cambiar la posición del Sol, ni de la Tierra, ni la cantidad (de energía solar)" que llega al planeta, dijo.

Pero el cambio del clima por la acción humana, el uso cada vez mayor de carburantes fósiles y la contaminación incontrolada "también tiene su curso, dependiendo de la cantidad de las materias que causan el efecto invernadero", agregó.

"Cada vez más se usa la teoría de Milankovic también para establecer en qué medida puede influir todo eso, lo natural y lo artificial. Lo que es seguro es que no podemos influir en las leyes naturales y sus consecuencias. En cuanto a lo artificial, el hombre lo ha causado y por consiguiente puede cambiarlo", declaró.

Por sus méritos en la investigación de la Tierra y la mecánica celeste, dos cráteres en el Marte y en la Luna llevan el nombre del científico serbio, así como también un planetoide.

Fue uno de los pioneros de la "paleoclimatología", creador del primer modelo numérico del clima, fundador de la climatología cósmica y científico que primero dio la interpretación matemática de los cambios de la ubicación de los polos de la Tierra.

Las pruebas empíricas geológicas y el gran proyecto científico mundial CLIMAP (Climate: Long-range Investigation, Mapping, and Prediction) rebatieron finalmente en los años 1970 algunas dudas en torno a su teoría, que además es aplicable a otros planetas.