Los vecinos de la urbanización Visolmar de Benalmádena ya pueden respirar tranquilos después de años de negociaciones. Ayer, el alcalde del municipio, Enrique Moya, y el concejal de Urbanismo, Jesús Fortes, junto a los promotores, vecinos y demás agentes implicados en el proceso, protagonizaron la entrega de llaves de un total de 48 viviendas en las que residirán medio centenar de familias.

Enrique Moya recalcó el «esfuerzo» de todas las partes –la promotora, el Banco Popular, con quien los propietarios suscribieron la hipoteca, y los afectados– para llegar al fin a un acuerdo y culminar la construcción de las viviendas, ya que las obras había estado paralizadas durante años.

Tras numerosas negociaciones se llegó a un acuerdo que permitió, hace unos meses, la vuelta a las tareas urbanísticas previstas para finalizar la promoción de viviendas. Para ello, el Banco Popular asumió la compra de la totalidad de las viviendas, una operación que permitió cancelar la deuda existente.

«La mediación de la Concejalía de Urbanismo ha sido fundamental» para llevar a buen puerto esta promoción de viviendas, según afirmó el alcalde. Las 50 familias que se vieron afectadas por la quiebra de la promotora Visolmar y que quedaron sin recibir sus viviendas, a pesar de estar construidas desde hacía unos dos años, también mostraron satisfacción.