No están satisfechos. Los vecinos de la Plataforma Sin Antenas de Estepona no están conformes con las mediciones oficiales que la Consejería de Innovación y Ciencia de la Junta de Andalucía llevó a cabo el pasado 1 de julio sobre cinco antenas de telefonía móvil situadas en diferentes puntos de la localidad.

La Consejería trataba de dar respuesta a la petición vecinal ante la preocupación en los últimos años por los posibles efectos adversos de estas instalaciones, ubicadas en los tejados de muchos edificios del núcleo urbano.

Concretamente, las mediciones se realizaron en las antenas ubicadas en la plaza de Tres Banderas, la calle Gibraltar, la plaza del Reloj, la avenida de Los Reales y en la barriada de Isdabe por técnicos dependientes de la administración autonómica. Todas ellas dieron como resultado que los niveles de radiación están muy por debajo de los marcados por la normativa, según explicó el edil de Infraestructuras, Eduardo Alarcón.

Sin embargo, la Plataforma Sin Antenas no ha quedado satisfecha. Según explicó Rafi Gallardo, una de sus integrantes, «en muchos países europeos estos niveles no están permitidos», ya que se rigen por otros valores de referencia más restrictivos a los contemplados en la legislación española. «Siguen siendo unas radiaciones muy altas», añadió Gallardo.

Ignacio Danta, otro de los miembros del colectivo, advierte de que en uno de los casos –el edificio Hispalis de la calle Gibraltar– los niveles de radiación han aumentado respecto a la última medición, realizada en 2008.

Y aunque desde la Plataforma Sin Antenas valoran el esfuerzo realizado por la administración para controlar los niveles de estas instalaciones, siguen exigiendo que las antenas se ubiquen fuera de los núcleos urbanos, a suficiente distancia de las viviendas y centros escolares. «Seguimos luchando porque las saquen del municipio con los vecinos que permiten la colocación de estas instalaciones en sus edificios», apuntó Rafi Gallardo. Y es que son las comunidades de propietarios las que dan su consentimiento a las compañías telefónicas para ubicar una antena en sus tejados, a cambio de una compensación económica.

Sin evidencias científicas

A pesar de los temores vecinales, los datos de las mediciones descartan el peligro de las antenas de telefonía móvil. Alarcón recordó que «las radiaciones están por debajo de los umbrales en que se considera peligroso para la salud, por lo que los resultados son plenamente satisfactorios».

Con esta son ya dos las ocasiones en las que la Junta de Andalucía ha comprobado la radiación de las antenas de telefonía en el municipio. En total, se han medido 15 antenas en los últimos dos años; ninguna de ellas superaba los niveles permitidos en España.