A día de hoy no es de extrañar que los vecinos de Benalmádena no sepan qué van a votar las elecciones municipales de mayo de 2011. A diario se dan de bruces con noticias que le anuncian la aparición de un nuevo candidato a la alcaldía de su pueblo y esto complica aún más el panorama político de la zona. Unos once serán los que concurran a los comicios, o por lo menos estos son los que oficialmente lo han confirmado. Con alrededor de 60.000 habitantes y 30 kilómetros cuadrados de terreno, la localidad se presenta de cara a las próximas elecciones como uno de los grandes municipios en disputa.

A esto se une, además, que la población haya perdido la confianza en el sistema y ansíe una nueva formación política que acabe con los despropósitos y la «guerra sucia» entre partidos. Según una encuesta publicada por el diario Benalmádena Opina realizada a 800 vecinos, entre el 13 de diciembre de 2010 y el 5 de enero de 2011, la gran encrucijada está entre el Partido Popular y el PSOE, que conseguirían ocho concejales cada uno.

El PP gobierna actualmente con Enrique Moya a la cabeza, tras la moción de censura contra Javier Carnero en mayo de 2009, que apeó al PSOE de la alcaldía.

Por su parte, Carnero podría aprovechar de nuevo la dispersión de los partidos de centroderecha como en 2007, cuando fue la lista más votada. Y es que IU podría conseguir tres ediles, igual que PIU y UCB. No obstante, Carnero asegura que el PP hará «todo lo posible para aunar fuerzas con otros partidos» para arrebatarle el liderazgo.

Ahora a PP, PSOE, IU y UPyD se han sumado otros grupos independientes. El primero en saltar a la escena política en 2008 fue la Unión Centro Benalmádena (UCB), capitaneada por el concejal no adscrito Francisco Salido, quien podría ser el gran beneficiado de esta contienda, ya que podría hacerse con el voto de los vecinos que están descontentos con el resto de partidos.

A la lista se suma Manuel Crespo, el actual concejal de Personal y Deportes del Consistorio, que el martes anunció que concurrirá a los comicios de la mano del Grupo Independiente de Benalmádena (GIB), formación que llegó a gobernar entre 1995 y 2007 liderada por Enrique Bolín. Crespo tomó esta decisión tras varios intentos fallidos de unirse a los populares.

Grandes incógnitas

Una de las grandes incógnitas viene de la mano de Jesús Fortes, que lidera la Iniciativa Democrática por Benalmádena (IDB), ya que a finales del año pasado anunció su candidatura a los comicios con esta formación, pero la tardanza en presentar su lista ha levantado rumores sobre una posible adhesión a las filas del PP. Según indicó a La Opinión de Málaga, «por ahora no hay ningún acuerdo», y afirmó desconocer «que podría pasar en las próximas semanas». Por su parte, el PP guarda silencio.

Otra de las grandes sorpresas ha sido la vuelta al ruedo político del ex alcalde Enrique Bolín como presidente del grupo Benalmádena Organización Liberal e Independiente (BOLIN), y que tiene previsto presentarse a los próximos comicios. Bolín lo tiene complicado a la hora de ser candidato puesto que fue condenado a ocho años de inhabilitación por un delito urbanístico, aunque pretende que el Tribunal Constitucional rebaje la condena al considerar «vulnerados» sus derechos fundamentales.

El listado se completa con la Plataforma de Independientes Unidos (PIU), que llevará al director del Club Náutico Jorge Román como cabeza de grupo; el Centro Democrático Andaluz (CDA) y el PA con Manuel Ortiz a la cabeza.