Mijas asiste a un nuevo caso de desaparición de uno de sus vecinos. Francisco Ruiz Galán, de 63 años y vecino de Las Lagunas, está en paradero desconocido desde el pasado jueves 3 de marzo a las 21.30 horas, momento en que fue visto por última vez.

Según cuenta Francisco Cuevas, tesorero de la Asociación de Cazadores de Mijas, de la que forma parte, y amigo del desaparecido, volvía de su parcela de dar de comer a sus perros y paró, como suele hacer, en la cafetería de la gasolinera del polígono La Vega para ver el fútbol. «Es la última vez que se le ha visto. Su coche sigue aparcado en la gasolinera y los que le conocemos no tenemos ni idea de lo que ha podido pasar», explicó.

Al día siguiente, un amigo lo llamó repetidas veces a su teléfono móvil sin éxito para ir a concursar a un certamen de perros de caza, «pues es un gran aficionado a los animales», aclara Cuevas, y éste estaba apagado en todo momento. «Al ver que no sabía nada de él, cosa muy rara, durante todo el fin de semana, el domingo decidimos poner la denuncia ante la Guardia Civil y comenzar a buscarlo», argumentó el tesorero de los cazadores mijeños.

Francisco Ruiz es soltero y desde hace muchos años un fiel aficionado a la caza deportiva en el municipio de Mijas, así como un reconocido criador de perros. No en vano, ha participado en numerosos campeonatos caninos y algunos de sus canes han sido campeones.

«No conozco una persona más alegre y feliz que Francisco. Es muy bromista y entre los cazadores es muy querido. Ha tenido que pasarle algo porque no se explica que haya desaparecido sin más», espetó su amigo Francisco Cuevas, quien adelantó que mañana jueves hay convocada una batida de voluntarios para buscarlo en los alrededores del polígono La Vega y el río Fuengirola, donde se cree que puede estar.

Joven senegalés aparecido

Más suerte ha tenido Amadou Touré, un joven senegalés de 30 años residente también en Las Lagunas cuyos amigos denunciaron su desaparición el pasado sábado 26 de febrero.

El joven africano, sin papeles, telefoneó ayer a uno de sus amigos para decirle que se encontraba en Bilbao y que necesitaba su pasaporte. «No entiendo cómo nos ha hecho ésto. Llevamos más de diez días buscándolo muy preocupados», explicó Mohamed, su compañero de piso.