Los afectados por el cierre de la residencia de mayores Marymar, en Benalmádena, volvieron a manifestarse ayer como cada lunes desde hace un mes frente a la entrada de las instalaciones y afirmaron que «no se van a mover de allí», pese a que mañana, día 1 de junio, la propietaria, la Obra Social de Unicaja, cerrará las puertas.

De los 80 ancianos que había en la residencia, sólo 30 permanecen en ella. El resto ha decidido irse, ya que es «mucha la presión que han recibido por parte de Unicaja», según indicó a este rotativo la abogada que representa a los afectados, Silvia Arenas.

«Vamos a permanecer en la residencia y el día 1 presentaré una denuncia por la vía penal. Llevaré a los ancianos que quedan a presentar personalmente su denuncia uno a uno, en ambulancias y transportes de Protección Civil y Cruz Roja», explicó.

Esta decisión obedece, según Arenas, a que «Unicaja se opone a dejar en suspenso el contrato mientras se lleva a cabo la supuesta reforma, y tampoco quieren hacerse cargo de la diferencia de coste entre la Residencia Marymar y las residencias privadas de la zona». Así, en una reunión mantenida con los propietarios el pasado 18 de mayo, la entidad los invitó a marcharse voluntariamente a otras residencias que tienen el mismo precio, pero que están muy alejadas del municipio. La intención de los residentes es trasladarse a la de Torrequebrada, «pero es muy cara y no están dispuestos a pagar la diferencia». El cierre es inminente. Los trabajadores recibieron ayer sus cartas de despido.

Mal estado del edificio

El pasado viernes, directivos de Unicaja entregaron al Ayuntamiento un informe donde se advierte del mal estado del edificio y «la semana pasada, de manera sorpresiva, apuntalaron los bajos del inmueble para darle credibilidad a los motivos de cierre», según Arenas. Incluso, el domingo por la noche precintaron la playa colindante, «con un cordón de 60 metros de largo, por si se cae el edificio», dijo.

La abogada de los afectados cree que el cierre por motivo de seguridad «es una gran mentira».

Unicaja declinó ayer hacer declaraciones a este diario sobre este asunto.