Mijas quiere poner fin a los actos incívicos de los dueños de las muchas mascotas que viven en la localidad. Lo hará vigilándolos más de cerca e, incluso, con agentes de paisano de la Policía Local mijeña que podrán castigar con duras sanciones a todos aquellos que no recojan las deposiciones de sus perros.

Así lo explicó ayer el portavoz del gobierno local del Ayuntamiento de Mijas, Mario Bravo, quien recordó, además, que dichos castigos por esta conducta pueden ascender hasta los 3.000 euros en casos de reiteración según la ordenanza municipal de limpieza. Dicho documento, establece las sanciones económicas leves entre 750 y 1.500 euros.

«No es normal en algunas zonas de nuestra ciudad la cantidad de excrementos que se acumulan en las aceras. Por eso, pensamos que, aunque no vamos a poner un policía detrás de cada vecino que tenga una mascota, sí que los agentes que estén por la calle pondrán más vista en este asunto y actuarán, si es necesario, en caso de registrar esta conducta incívica», explicó.

El portavoz señaló, además, que se trata de una vieja reivindicación vecinal en la que desde la oposición siempre han venido insistiendo. La orden ha sido dada directamente por el alcalde del municipio, Ángel Nozal, y el dispositivo se extiende de manera especial sobre los parques y las aceras donde las deyecciones son más frecuentes.