El alcalde de Benalmádena, Javier Carnero, dio a conocer ayer la situación económica del Ayuntamiento, cuya deuda con entidades financieras y proveedores suma 170 millones de euros, «diez más de los anunciados por el anterior equipo de gobierno jornadas antes de su salida del Consistorio», según denunció el regidor, acompañado en rueda de prensa por el concejal de Economía y Hacienda, Manuel Arroyo.

El alcalde calificó de «preocupante» el incremento de la deuda en los dos últimos años de gestión del exregidor Enrique Moya.

Por su parte, Manuel Arroyo desgranó los 170 millones de euros de deuda en dos apartados: la deuda con entidades financieras, que suma 82.250.000 euros, y con proveedores, que alcanza los 87.500.000 euros. Arroyo también acusó a la corporación anterior de incrementar la deuda con proveedores en 30 millones de euros en sólo dos años, «dato que demuestra que, en contra de lo que afirmaban, su gestión no era precisamente austera».

Ambos también informaron sobre la detección de una serie de desviaciones sobre el presupuesto aprobado para 2011. En el capítulo de Personal, la desviación presupuestaria suma 200.000 euros, y en el pago a proveedores, hasta 1,6 millones de euros.

«Unos dos millones de euros que no vamos a poder destinar al pago a proveedores en los próximos seis meses, tal y cómo originalmente se habían presupuestado», apuntaron.

Plan de austeridad

Para reducir «esta elevadísima deuda», Carnero recordó las medidas de austeridad que se llevan a cabo desde el primer día por el nuevo equipo de gobierno y las que se aplicarán en adelante. «Apostamos por el ahorro total de cualquier gasto superfluo, además de iniciar negociaciones para refinanciar la deuda con entidades financieras y potenciar las acciones de cobro para fortalecer la recaudación», enumeró.

Además, anunció que se tratará de cerrar un convenio con Hacienda «para lograr una efectiva reducción de la deuda antigua y nueva para producir ingresos en las arcas municipales que hoy tenemos repletas de telarañas». Finalmente, recordó la apuesta por la reducción de sueldos. «Nuestros concejales cobran hasta 10.000 euros anuales, menos que las cifras recomendadas por la Federación Andaluza de Municipios y Provincias para localidades de más de 50.000 habitantes», destacó.