El lugar del incendio congregó ayer a numerosos representantes políticos de la provincia, que acudieron a Mijas para seguir de cerca las labores de extinción, entre ellos la delegada de la Junta en Málaga, Remedios Martel, y el delegado de Medio Ambiente, Francisco Fernández España. También se personó casi todo el equipo de Gobierno, salvo el alcalde, Ángel Nozal, que se encontraba fuera de la localidad. El Ayuntamiento coordinó el operativo para atender a los desalojados, aunque no todos necesitaron instalarse en el polideportivo, ya que muchas de las viviendas evacuadas son segundas residencias y sus habitantes se trasladaron a sus otros hogares. El Consistorio puso a disposición de los servicios de extinción todos los medios a su mano, incluso aportando cubas de agua, y también acudió a un supermercado de la zona para hacerse con víveres para los desalojados, entre ellos 28 personas de un centro de drogodependencia instalado en Entrerríos.

En la zona arrasada por el incendio también hay tierras de cultivos de aguacates y fincas con animales, muchos de ellos caballos. Por ello, el Ayuntamiento abrió el hipódromo de Mijas para albergarlos en sus cuadras y evitar así que sufrieran cualquier daño.

La localidad de Mijas estaba celebrando ayer el último día de la feria del pueblo, una fiesta que se vio empañada por un fuego que recordó al gran incendió de hace una década.