La Policía Local de Benalmádena, desde finales de agosto y hasta la primera quincena de septiembre, ha interceptado a un total de 10 personas que han ejercido la prostitución en la vía pública, según indicó ayer el concejal de Seguridad, Manuel Arroyo, que informó sobre los resultados de la intensificación de la vigilancia y sanción de esta práctica en la calle.

«Queremos atajar la práctica de prostitución en las zonas de ocio nocturno con un refuerzo de la vigilancia y las sanciones por este motivo», destacó Arroyo. De hecho, los agentes de la Policía Local, en colaboración con la Policía Nacional, han intensificado la vigilancia y sanción de estas prácticas, que estaban empezando a repetirse en las zonas de ocio nocturno como la plaza Solymar.

La disuasión policial está motivando que abandonen los lugares que habitualmente frecuentan estas mujeres, que ofrecen sus servicios preferentemente entre las 24.00 y las 3.00 horas, primordialmente los jueves, viernes y sábados. El modus operandi de los agentes de policía es permanecer en los sectores donde se ejerce la prostitución en la calle, identificando a las personas que ofrecen este tipo de servicios y levantando un acta de infracción cuando son sorprendidas ejerciendo.

La ordenanza de Convivencia Ciudadana de Benalmádena tipifica la utilización de la vía pública para el ofrecimiento, demanda, negociación y aceptación directa o indirecta de servicios sexuales como una infracción muy grave, con sanciones de entre 1.501 y 3.000 euros. Un concepto en el que también se incluyen las prácticas sexuales en cualquier espacio público. La normativa también contempla que los agentes deben recordar que tanto el reclamo como el ofrecimiento están prohibidos.