Las pruebas forenses realizadas hasta el momento al cadáver de Jenna Lepomäki, la joven finlandesa de 19 años que desapareció en junio y cuyo cadáver fue encontrado el pasado 6 de octubre en Mijas, ya han aportado algunos resultados.

Según ha podido saber este periódico, los agentes del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional están convencidos de que la joven murió tras ser apuñalada en la zona del abdomen. A pesar de las malas condiciones en las que se encontró el cuerpo, en parte momificado y en parte esqueletizado, los forenses han conseguido apreciar vestigios de ese apuñalamiento.

La policía también está convencida de que la chica fue asesinada en el interior de la vivienda. De hecho, fuentes cercanas a la investigación aseguran que los presuntos autores de la muerte de Jenna intentaron descuartizarla en la bañera. A la vista de cómo fue encontrado el cadáver, desistieron cuando consiguieron desmembrar un brazo y parte de una pierna y optaron por quemar el cuerpo, acción que tampoco llegaron a completar.

El cadáver de Jenna Lepomäki fue encontrado el pasado 6 de octubre en una finca de Mijas tras una comisión rogatoria de un juzgado finlandés que aseguraba tener una información fiable sobre la localización del cuerpo. Policías de ambos países participaron en una búsqueda que pronto dio resultados. Los agentes encontraron semienterrado el cuerpo de la joven envuelto en un saco de dormir en la misma finca en la que Jenna Lepomäki pasó sus últimos días invitada por dos jóvenes de su misma nacionalidad. La joven llegó a la Costa del Sol el 20 de junio y su familia denunció su desaparición el 8 de julio. Doce días antes, el 27 de junio, la joven denunció ante la Guardia Civil que los dos jóvenes la habían agredido y amenazado por haberse negado a hacer un transporte de droga entre España y Finlandia.