Parece increíble en estos tiempos, pero desde la Concejalía de Hacienda del Ayuntamiento de Mijas aseguran que las cuentas del pasado ejercicio de 2011 fueron positivas. Su concejal encargado, Mario Bravo, arrojó ayer los datos del cierre del mencionado ejercicio con un superávit neto positivo de 2,75 millones de euros.

Según explicó, el Consistorio costasoleño emitió facturas, durante 2011, por un valor de 84.967.342 euros y gastó un total de 76.085.416 euros. La diferencia, algo más de nueve millones, no es más que un dato inicial, según comentó el edil aunque en cifras reales, el saldo positivo neto durante el pasado ejercicio ascendió a 2.756.903,71 euros.

«Vamos por el buen camino y gastamos menos de lo que cobramos, aunque no debemos lanzar las campanas al vuelo. El objetivo, ahora, tiene que ser concentrarnos en el cobro de la deuda pendiente para sanear definitivamente las cuentas municipales», dijo el concejal de Hacienda mijeño.

Y es que este dato podía ser mejor si el Ayuntamiento pudiera cobrar los más de 50 millones de euros pendientes de cobro que arrastra, sobre todo, de las empresas promotoras de viviendas que no han podido hacer frente a sus obligaciones tributarias con el ente local. Concretamente, unas 25 empresas relacionadas con el sector inmobiliario que adeudan buena parte de la mencionada cuantía económica.

De esos 50 millones, cerca de 8,5 millones de euros proceden de recibos de impuestos y tasas no cobrados, durante 2011 así como de otros años pasados, de los propios ciudadanos y empresas mijeñas. «Quiero trasladar, pese a todo, un mensaje positivo. Este Ayuntamiento es viable, ya que hemos tenido superávit en momentos muy difíciles, cuando otras administraciones tienen déficit», espetó.

Déficit máximo de 0,4%. Bravo recordó, además, que el objetivo presupuestario de 2011 fijaba el déficit en un 0,4%. «Por lo que queda superado de lejos», aseveró el responsable de Hacienda mijeño.

De la misma forma, Mario Bravo, señaló que el Ayuntamiento de Mijas consiguió salir del plan de saneamiento financiero al que sometió la anterior corporación, precisamente, por la inercia positiva que arrastran las cuentas municipales. En gran medida, tras la cancelación de un crédito bancario de 1,4 millones de euros.