Acudir al hospital no es plato de gusto para nadie, no solo por lo que conlleva la visita al médico, sino porque para la mayoría de los pacientes el olor característico que se respira en dichas instalaciones «no es muy agradable». Pero estando en el siglo XXI, era de esperar que se llevaran a cabo iniciativas que pudieran combatir este tipo de molestia en los hospitales. Eso es lo que ha ocurrido en el Xanit Hospital Internacional, ubicado en Benalmádena, que ha empezado a utilizar el llamado «marketing olfativo», un concepto de marketing basado en el sentido del olfato que usa aromas específicos con el fin de suscitar emociones, influir positivamente en el ánimo de los trabajadores y transmitir sensaciones a los pacientes.

Según asegura la propia consejera delegada y directora gerente del Hospital, Mercedes Mengíbar, «el estar esperando en un centro hospitalario provoca a algunos pacientes un estado de nerviosismo, es por este motivo por el que hemos decidido utilizar el marketing olfativo para potenciar los estados de ánimo y reducir el estrés y la ansiedad en los pacientes y empleados». Además, explica que «el aroma tiene un efecto poderoso sobre la memoria al poseer la cualidad de suscitar rápidas asociaciones y de permanecer durante más tiempo en nuestra memoria». Por el momento, el centro ha empezado a utilizar esta técnica en la zona de Consultas Externas del Edificio Sur y, después de un periodo de prueba, se extenderá a otras instalaciones del edificio.

Olor a talco. Xanit Hospital Internacional, ha tenido en cuenta la opinión de pacientes y empleados después de haber probado con varios olores, tales como el bambú, la orquídea o el pino, entre una lista infinita. Finalmente, y por una mayoría abrumadora, ha escogido un solo olor para el edificio Consultas Externas, el olor a talco, un olor muy suave con un aroma empolvado, que trae recuerdos de la infancia. «El olor seleccionado es un perfume lleno de suavidad y ternura en el que se mezclan notas cítricas con notas florales y con un fondo polvoroso, almizclado y vainillado», asegura la doctora Mengíbar.

De hecho, así lo aseguran los propios pacientes, como en el caso de Remedios Calderón, que considera que se trata de «una idea muy novedosa». «Creo que es muy positivo para los pacientes el utilizar técnicas como éstas para intentar que el tiempo que pasamos en el hospital sea lo más agradable posible. Si además, nos ayuda a reducir la ansiedad que muchas veces traemos, pues hay que valorarla mucho más. Además, se agradece no encontrarse con el típico olor a hospital, que es muy característico, y aquí el olor es muy agradable y se asocia como bien he leído a nuestra infancia. Creo que ha sido un acierto utilizar olor a talco», opina.

La misma opinión comparten los propios trabajadores del hospital, como la responsable del Servicio de Medicina de Familia y de la Unidad de Chequeos Médicos, Consuelo García. «Me parece muy buena idea que nuestro hospital haya apostado por el marketing olfativo y creo que el olor que al final se ha puesto es perfecto para el entorno en el que nos encontramos. Hemos probado con diferentes olores y éste creo que ha sido un acierto. Los pacientes agradecen llegar a las consultas externas y encontrarse con un suave aroma a talco. Estamos en un periodo de prueba pero la idea es poder aplicar esta técnica en otras zonas del hospital».

Gracias a esta iniciativa, el Xanit Hospital Internacional no solo consigue que se respire tranquilidad, literalmente, en sus salas de espera y consultas, si no que además se ha convertido en uno de los centros pioneros que utilizan este tipo de técnicas para favorecer al bienestar del paciente, tanto física como mentalmente.