Los trabajadores de la plantilla del hotel Picasso, en pleno centro de Torremolinos, se quedaron más que sorprendidos cuando el pasado día 1 de abril fueron a su puesto de trabajo y comprobaron que las puertas del hospedaje estaban cerradas y empapeladas.

Los afectados explicaron ayer durante una manifestación ante las puertas del hotel que el día 1 debían incorporarse a su puesto de trabajo después de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de seis meses que finalizó el 31 de marzo.

Según los empleados, la empresa Arrendamientos Turísticos e Inmobiliarios, propietaria del hotel, decidió durante este periodo alquilar el inmueble a otra empresa de Madrid, pero no se definió la actividad. Uno de los representantes de esta última sociedad se reunió con los trabajadores el pasado 14 de febrero, para tranquilizarlos asegurándoles que «seguirían trabajando en el hotel, con temporalidad durante todo el año, y con mayores remuneraciones si los beneficios aumentaban», según explicaron los afectados.

Ahora, los trabajadores desconocen si este cierre se debe a una u otra empresa y desconocen sus causas, aunque sí aseguran que «el dueño se ha declarado en quiebra y quiere preparar un concurso de acreedores». «Nosotros sólo sabemos que nos hemos quedado en la calle de la noche a la mañana, sin derecho a nada y sin saber qué hacer», aseguraba ayer una trabajadora.

Por su parte, la secretaria general de Comercio, Hostelería y Turismo de CCOO de Málaga, Lola Villalba, indicó ayer a este rotativo que el sindicato va a realizar una denuncia contra esta empresa ante la Inspección de Trabajo, porque entienden que se trata de «un cierre ilegal».

Además, informó de que los trabajadores tendrán también que realizar una demanda de despido de forma individual. «Es muy extraño que no se haya comunicado este cierre y que además se desconozcan las causas. Lo mínimo en estos casos es anunciarlo o intentar negociar otro ERE, para así no dejar tirados a los trabajadores, que ahora se encuentran en tierra de nadie», dijo Villalba.

«Queremos nuestros puestos». Varios de los trabajadores se personaron ayer en la puerta del hotel a primera hora de la mañana con pancartas y silbatos para manifestarse en contra de este cierre y exigir una explicación que les aclare lo ocurrido. «Hemos intentado contactar con la empresa que ha alquilado el hotel y no hemos tenido respuesta alguna. Nos dijeron que en unos días nos llamarían para explicarnos lo ocurrido y aún no hemos tenido noticias. Sólo queremos nuestros puestos de trabajo y, si no puede ser así, que se haga un despido procedente y nos paguen lo que nos deben», lamentaban.

El hotel Picasso de Torremolinos lleva más de 45 años abierto, con una plantilla de 17 trabajadores fijos y otros pocos eventuales. La media de edad de la plantilla es de más de 40 años, y algunos tienen una antigüedad de 20. La clientela habitual procede principalmente de el Imserso. Según los empleados, a fecha de hoy no había clientes ni reserva alguna.