Momentos críticos para uno de los grandes proyectos de Mijas. Los responsables del Parque Empresarial (PEM) se están replanteando la creación de la tecnópolis, que hace diez años se propusieron crear en la zona conocida como La Atalaya, tras los últimos resultados de las elecciones andaluzas. La más que posible alianza de gobierno entre PSOE e Izquierda Unida hacen desconfiar a su directiva del futuro de esta iniciativa empresarial en Mijas.

Así lo confirmaron a este periódico fuentes muy cercanas a la propia entidad que reúne a 262 empresarios de la localidad costasoleña y que hace diez años adquirieron una parcela en dicha ubicación por un valor de ocho millones de euros.

La evidente parálisis del proyecto, motivada por la denominación de La Atalaya como zona medioambientalmente protegida por parte de la Junta de Andalucía a través del Plan de Ordenación del Territorio (POT) en 2004, así como las alternativas ofrecidas por el ente autonómico de cambio de ubicación descartadas por el PEM, están haciendo que en el seno de la organización muchos aboguen por desistir y abandonar el proyecto.

Durante la campaña electoral de los últimos comicios regionales, el presidente del Partido Popular en Málaga, Elías Bendodo, reiteró el compromiso adoptado por el candidato a la Presidencia de la Junta, Javier Arenas, a levantar la calificación de zona protegida de La Atalaya. Una postura opuesta a la del número tres de las listas socialistas malagueñas y delegado de Ordenación en funciones, Enrique Benítez, que bajo ningún concepto se planteaba llevar el PEM a dicho espacio natural.

Por eso, el presidente del PEM, Julio Fernández, manifestó a este diario su desconfianza a que el más que posible nuevo gobierno de izquierdas andaluz satisfaga la demanda de los empresarios que nos es otra que construir su proyecto donde lo idearon.

«Estamos expectantes a lo que pueda ocurrir pero los diez años luchando y reivindicando por nuestra inversión ya comienzan a desesperar a algunos socios. Visto lo que hemos pasado en todo este tiempo, algunos han planteado en rescatar la inversión, vendiendo los terrenos, y olvidarnos de hacer una tecnópolis. Si nuestros gobernantes no quieren que se invierta en crear empleo e innovar con el tejido empresarial, qué sentido tiene seguir existiendo», cuestionó.

Aunque en la misma organización hay quien todavía apuesta por luchar por el proyecto, como hasta ahora. «Consideramos que puede ser bueno para Mijas», concluye el presidente del PEM.