­Durante la campaña electoral de las pasadas elecciones municipales, Ángel Nozal se mostró sabedor del sacrificio que conlleva el cargo de munícipe. Tras nueve meses de gestión asegura que el trabajo en su despacho, en otros de otras administraciones así como en la calle es continuo. Sigue pensando que Mijas necesita mucho tiempo de trabajo y, también, personas que secunden y guíen las pautas de su férrea austeridad en todos los departamentos de la institución local. Por eso, defiende, a sabiendas -dice- que que es una medida impopular, que necesita quince cargos de confianza para «poder recuperar la seriedad del Consistorio».

Las principales críticas de la oposición se centran en la excesiva, a su parecer, contratación de personal de confianza. ¿Qué tiene que decir a eso?

Yo sé que tiene una carga política muy grande. Sé que me desgasto muchísimo, pero si los mantengo, pese a esa circunstancia, es porque verdaderamente los necesito. Sino los necesitara no pagaría el precio político que estoy pagando. Si quiero rehabilitar las decenas de convenios urbanísticos que existen sin concretar, si quiero resolver el problema del Parque Empresarial, si quiero resolver el problema de las viviendas irregulares, la situación del Patronato de Deportes, los caminos rurales, entre otras cosas, tengo que tener a mi alrededor gente que es experta. No creo ser muy tonto como para quemarme políticamente. Cuando llegue a niveles de cambio que yo quiero para este Ayuntamiento y que prometía en el programa electoral y cuando las cerca de 900 personas que trabajan en el Consistorio lo hagan en el mismo sentido de responsabilidad y servicio público que yo les pido, entonces quizás habrán menos. No puedo hacerlo con personas que sólo trabajan 35 horas a la semana; quiero gente que, como yo, trabaje hasta trece horas para recuperar la velocidad de crucero que tenía este Ayuntamiento antes de la crisis.

Después de las desavenencias con el ex del PP, José Antonio Sánchez Peña, y su paso a otro grupo político, ¿por qué lo acogió en el gobierno local?

Es cierto que tuvimos unas desavenencias personales en 2008 pero, pasadas las elecciones de 2011, vino a hablar conmigo acerca de proyectos para Mijas. En ese momento, me dí cuenta de que nos unen más cosas de las que nos separan desde el punto de vista ideológico y, por tanto, ha vuelto a casa con un montón de gente que se fue con él. El PP no es tan monolítico como pudiera creerse, hay muchas diferencias de opinión y movimientos. Él ha tenido cuatro años para recapacitar, lo ha hecho y ahora estoy muy contento con su trabajo al frente de sus concejalías.