El responsable de la asociación es ratificado en el cargo con el objetivo de afrontar los retos del sector para el próximo trienio, que incluyen la lucha contra la depresión del mercado nacional. Insiste en mantener «en tiempo y cuantía» el Plan Qualifica.

Hace tres años, en pleno vendaval económico, el empresario José Carlos Escribano se situó al frente de Aehcos, la patronal hotelera de la Costa del Sol. En este periodo, ha comprobado la cara más amarga de la economía, pero también la resistencia del turismo, que sigue siendo el sector menos enmarañado por la recesión. En el inicio de su segundo mandato, apela al orgullo y la responsabilidad.

Su primer periodo como presidente de Aehcos coincidió con el inicio de la crisis. ¿Confía, ahora, en una etapa más sosegada?

En un sector tan cambiante y en un contexto con tantas incertidumbres como el actual no se pueden prever con garantía ningún escenario. Ojalá volvamos pronto a la normalidad, aunque, sinceramente, no entreveo un futuro tranquilo a corto plazo. Como asociación debemos sentirnos orgullos y responsables; orgullosos porque somos el colectivo de hoteleros más antiguo y numeroso del país y pertenecemos a un destino consolidado, con más de 40 años de marca, en el que la crisis ha tenido menos incidencia que en otros sectores; entre otras cosas, por sus profesionales y por el trabajo empresarial que hay detrás. No es casual.

¿En qué debe mejorar la Costa del Sol?

En lo que a nosotros respecta, trabajamos en varias líneas estratégicas, por las que debemos apostar en los próximos años; la adaptación y el uso de las nuevas tecnologías y la responsabilidad social y ecológica, que nos debe hacer más competitivos. Nos preocupa enormemente el desempleo, especialmente juvenil; tenemos previsto fomentar las prácticas con la Universidad de Málaga y las escuelas de hostelería; la Costa del Sol debe atraer talento, no puede permitirse que emigre su capital. También seguiremos siendo muy críticos en lo que se refiere a la culminación del saneamiento integral, que es prioritaria. Tenemos por delante tres años decisivos, en los que se deben cumplir los objetivos fijados para 2015. La provincia no se puede permitir, en este asunto, más promesas incumplidas y presupuestos sin ejecutar.

La inversión del Ministerio caerá un 30%. ¿Le preocupa la continuidad del Plan Qualifica?

El Plan Qualifica ha demostrado su utilidad y merece que se mantenga el respaldo. Es más, exigiremos que continúe en tiempo y cuantía. Entendemos que en una situación tan exigente como la actual, se planteen recortes, pero estos deberían circunscribirse al gasto estructural y no afectar a áreas como la promoción, que resulta esencial, especialmente en un entorno con tantos competidores. Lo que también nos parece un planteamiento erróneo es la subida de las tasas aeroportuarias, que puede dañar de manera directa a destinos como el nuestro, tan dependiente de los turistas internacionales.

¿Cuáles son las expectativas para los próximos meses? ¿Se recuperará la industria de los descensos invernales?

El invierno ha sido duro. En la Costa del Sol han tenido que cerrar temporalmente el 25 por ciento de los hoteles. Ahora nuestra inquietud está en el verano, que es la temporada que aporta el 70 por ciento de la facturación y en la que cualquier pérdida resulta económicamente más acusada. Por ahora, parece que bajan las reservas de turistas internacionales. No hay que olvidar que estamos en una crisis global. Esperemos que las previsiones mejoren. El mercado nacional sigue preocupándonos.