El futuro Museo Histórico Municipal de Torremolinos pretende ser un destacado espacio museístico que muestra el punto de encuentro de artistas, pasado histórico y vanguardias, como el que tienen la mayoría de las grandes ciudades del mundo, o al menos eso aseguraron desde el Ayuntamiento en octubre de 2010 cuando presentaron el proyecto.

La visita del alcalde de Torremolinos, Pedro Fernández Montes, y parte de sus colaboradores a las obras del museo en dichas fechas, confirmaba que la inauguración tendría lugar en octubre de 2011. Pero la fecha ha pasado y el museo, aunque la obra ha finalizado, no solo no ha abierto sus puertas, si no que aún no está dotado de las obras que conformarán su interior.

El edificio está levantado en las inmediaciones de la prolongación de la plaza Picasso, junto al solar de María Barrabino, y cuenta con una superficie de algo más de 4.100 metros cuadrados, distribuidos en dos plantas de sótano y cuatro superiores, y con presupuesto que supera los 4,1 millones de euros.

Pese a «la complejidad de la obra» del museo, tal y como indicó el Alcalde en su día, y a que antes de iniciar los trabajos propios para levantar el edificio hubo que trabajar durante unos seis meses en la excavación del solar para la oportuna distribución de los espacios, la obra se realizó a buen ritmo y con los plazos fijados, pero la apertura se está haciendo esperar.

Si en su día se dijo que el museo contaría entre otros espacios, con un gran taller destinado a la restauración de piezas históricas de distinto tipo (esculturas, pinturas o grabados), así como una amplia cámara de seguridad, donde podrán almacenarse obras de gran valor, ahora el Consistorio asegura que «aún está por definir lo que contendrá el museo y, una vez se haga, habrá que empezar a dotarlo».

Pero lo cierto es que ya hace más de un año que el regidor de Torremolinos indicó que la administración local estaba trabajando en el acopio y organización de los contenidos que configurarán el Museo.

No obstante, hasta el momento, el Ayuntamiento sólo cuenta con una pieza segura para llenar el museo de contenido cultural e histórico que resulte interesante al público. Se trata de un cuadro del pintor italiano Alessander Lando que el empresario Francisco Cuns Tomé, a través de la fundación que lleva su nombre, donó al municipio, obra de gran formato que representa uno de los momentos más simbólicos de la celebración del Día del Carmen, Patrona de Torremolinos, y concretamente un instante del embarque de la Imagen de la Virgen en la playa de La Carihuela.

Además, el Ayuntamiento también acordó con Cuns Tomé que una parte de los fondos de pintura y escultura que conforman la «Fundación Cuns Gonzalo», que cuenta con importantes obras de autores españoles del siglo XX, y especialmente de autores malagueños, pueda formar parte de los fondos que se exhibirán en el futuro Museo Histórico de Torremolinos.

No solo la historia de la ciudad. Según el Consistorio, junto a la historia de la ciudad, el museo contará con exposiciones arqueológicas, con cartelería antigua, así como con documentación exclusiva y fotográfica de gran calidad artística sobre cómo fue el proceso de independencia del municipio. Está previsto que el calendario del recinto cuente con exposiciones itinerantes o muestras de artistas de la zona.

De esta manera, se facilitará el acceso a los numerosos y variados documentos históricos de la ciudad así como a las obras artísticas que forman parte del patrimonio cultural torremolinense.

A la vez, la apertura de este espacio permitirá a la localidad contar con unas dependencias culturales «a la altura de su estatus como ciudad dentro de la comarca de la Costa del Sol», tal y como lo corroboró el propio alcalde. De hecho, el regidor explicó en su día que «será un lugar idóneo para albergar todo lo que Torremolinos tiene en relación a su historia, además de una colección de obra pictórica, el archivo histórico, esculturas o restos arqueológicos».