«Decía Marx que la historia se repite siempre en forma de farsa. Y esta es una farsa, de falsos acuerdos y fariseos intereses». Con estas palabras describía ayer el secretario general del PSOE malagueño, Miguel Ángel Heredia, lo que ocurrirá hoy mismo en el Ayuntamiento de Benalmádena, donde el pacto entre PP y Unión Centro Benalmádena (UCB) arrebatará la alcaldía a Javier Carnero (PSOE) a través de una moción de censura, algo que ya ocurrió también en 2009, cuando el pacto fue entre el PP y otros grupos independientes. Además, según afirmó el líder socialista durante su visita a Benalmádena para apoyar al regidor y a los concejales del grupo en la localidad, «el PP considera los municipios mercancías».

«Para el PP existe un mercado político, donde comprar y vender. Saben que los mercados, de cualquier tipo, sólo tienen un objetivo: el enriquecimiento, que no es lo mismo que generar riqueza y oportunidades. En los mercados de la política ganan unos pocos pero pierden muchos. El PP gana una alcaldía, pero pierde su credibilidad ante los ciudadanos y ciudadanas de Benalmádena, porque la situación que atravesamos obliga a tener una altura de miras», explicó, al tiempo que añadió que «para que alguien compre en el mercado, alguien debe vender o venderse». De esta forma se refirió al líder de UCB, Francisco Salido, que hasta este momento gobernaba en tripartito con PSOE e IU gracias a un acuerdo realizado tras las elecciones municipales de 2011.

Dos mociones en tres años. Por su parte, el alcalde de Benalmádena opinó que «para nada es lógico que un municipio haya tenido dos mociones de de censura en el intervalo de tres años, siempre interpuestas con el PP, y aliados con un grupo de independientes que provenían del mismo sitio en Benalmádena».

«Eso no es normalidad política, eso no es naturalidad política y eso, por supuesto no es un ejemplo para la ciudadanía», dijo. En este sentido, explicó que el trabajo de su partido en la oposición consistirá en «trabajar por una Benalmádena libre de intereses personales, intereses a los que desgraciadamente ya se están acostumbrando la ciudadanía en demasía».