La suerte quiso ayer que un menor de 23 meses tan sólo se rompiera el fémur de la pierna derecha tras caer desde una cuarta planta en Torremolinos, en la calle Párroco Florencio Aguilar.

Los hechos ocurrieron sobre las 14.45 horas, cuando varios vecinos de la zona escucharon «el grito desgarrador de una mujer». Según los vecinos del bloque de en frente, la madre del niño no paraba de gritar «mi hijo, mi hijo». En ese momento, los servicios sanitarios avisaron de lo ocurrido a la Policía Nacional, Policía Local y Autonómica, que trasladaron efectivos hasta la zona, según se informó desde el sistema Emergencias 112 Andalucía.

El pequeño se precipitó al patio interior de un bloque de pisos cuando intentaba coger una pelota, por lo que todo apunta a que se trata de un accidente. El pequeño cayó a la zona comunitaria del edificio donde está la piscina, con suelo recubierto de césped y con varios árboles y matorrales, lo que pudo haber amortiguado la caída.

Según los mismos vecinos, minutos más tarde de escuchar los gritos de la mujer, vieron salir de la puerta principal a un hombre, al parecer el padre del menor, que corría por la calle en dirección a la puerta de atrás del bloque, donde hay un acceso a este patio comunitario.

Después de esto sólo pudieron ver la llegada de varios coches de la policía y ambulancias. No obstante, fuentes cercanas a la familia indicaron ayer a este rotativo que el menor se encontraba en la terraza de la vivienda y subido en una banqueta mientras jugaba con una pelota. Según estas fuentes, fue el padre quien lo vio precipitarse al vacío queriendo cogerla después de que se le escapara.

El menor, cuyo diagnóstico es la rotura en el fémur de la pierna derecha, fue trasladado por los servicios de emergencias sanitarias al hospital Materno Infantil, donde quedó en observación durante toda la noche para comprobar su evolución, según indicaron fuentes hospitalarias. Durante su ingreso se le realizaron varias pruebas para descartar otras lesiones.