La sociedad educativa e institucional de Estepona rindió ayer homenaje a uno de sus profesores, Ramón Lago. Fallecido hace poco más de un año, este maestro de origen ceutí se trasladó hasta la localidad costasoleña para ejercer su profesión dejando huella entre centenares de chavales y vecinos de la zona donde ofreció su vida docente, en Cancelada.

Desde ayer, el Colegio de Enseñanza de Infantil y Primaria Cancelada, que se levantó gracias en parte a su tesón, lleva su nombre para recordar la figura del profesor desaparecido.

El alcalde de la localidad, José María Martín Urbano, acompañado de varios miembros de la corporación municipal y de una importante representación de la comunidad educativa y social de la barriada esteponera, descubrió la placa que da al centro el nombre de Ramón Lago.

«Es un acto de justicia. Él dio su vida porque Cancelada tuviera una mejor calidad de vida para nuestros hijos con su proyecto educativo y las múltiples actividades deportivas que organizó a lo largo de su vida. Para nosotros ha sido un día muy emotivo y un orgullo que nuestro colegio tenga el nombre de uno de sus mejores profesores y fundadores», explicó durante el acto el presidente de la Asociación de Padres y Madres (AMPA) del antiguo colegio Cancelada, José Candón.

No en vano, como recordó el propio Candón, a Ramón Lago «lo apreciaba toda la barriada de Cancelada». Y es que, como continuó relatando, fue uno de los que comenzó a reclamar un centro educativo para la zona, hace más de 30 años, así como uno de los primeros profesores y directores del mismo.

«No se va a perder su memoria ni todo lo que hizo por nosotros. Y menos ahora. Porque su espíritu seguirá vivo en el que fue y será siempre su colegio», concluyó.