Un matrimonio británico y su hija, de unos 20 años, fueron encontrados muertos ayer en el chalé de alquiler en el que vivían en la urbanización Torrenueva, en Mijas, con heridas de bala. La investigación baraja como hipótesis que el hombre pudo disparar sobre las dos mujeres, para a continuación quitarse la vida con el mismo arma, según pudo saber este diario de fuentes cercanas al caso.

Fue el propietario del chalé -el 266 de la calle Tarifa- quien encontró, en primer lugar, el cuerpo sin vida del padre, y avisó a la Guardia Civil seguidamente. Éste habría tratado de contactar con ellos sin éxito durante la última semana para que le abonaran el alquiler. Al no haber respuesta, decidió acercarse hasta su propiedad. Pegó en la puerta en varias ocasiones, sin recibir respuesta, y entró a la vivienda. Fue entonces cuando se encontró con el cadáver del cabeza de familia en el salón.

Una vez personada una patrulla del instituto armado en el lugar de los hechos, sobre las 12 horas, los agentes descubrieron que en otra habitación yacían muertas y cubiertas por una manta la madre y la hija. La madre, según comentaron fuentes cercanas a la investigación, padecía una dispacidad física, mientras que su hija, de unos 20 años de edad, tenía síndrome de Down.

Los agentes pudieron comprobar que todos presentaban heridas de bala en sus cuerpos y que ésto fue lo que les provocó la muerte a los tres.

En este sentido, todo parece indicar, según fuentes cercanas a la investigación, que el padre de familia habría disparado supuestamente a su esposa y a su hija y las habría dejado en el interior de una de las habitaciones tumbadas y cubiertas por una manta. Una vez consumados sendos asesinatos, se habría ido al salón del chalé donde se disparó a sí mismo.

No obstante, ninguna fuente consultada pudo precisar aún ni el motivo que llevó al hombre a apretar el gatillo ni cuándo pudo ocurrir el crimen. En este sentido, no se descarta que el suceso pudiera haber ocurrido ya hace varios días.

El juez de guardia, que llegó al chalé de la urbanización Torrenueva sobre las 15 horas, ordenó el levantamiento de los cadáveres tras la investigación primaria de los agentes de la Benemérita. De tal manera, que a las 16.20 horas los trabajadores del servicio funerario judicial ya habían retirado los cuerpos sin vida para trasladarlos al Instituto de Medicina Legal de Málaga para practicarles una autopsia.

Sorprendentemente, ningún vecino entrevistado por este periódico que viviera en el entorno del 266 de la calle Tarifa de la urbanización Torrenueva aseguró haber oído ningún disparo o ruido fuera de lo normal durante estos días. Ni siquiera el que colinda con este chalé, que manifestó: «No oí absolutamente nada».

En un edificio de apartamentos que se alza en una colina frente a la casa del suceso, dos vecinas declararon, igualmente, que no escucharon nada. No en vano, el chalé donde se produjo el fatídico suceso se encuentra en una de las zonas de la urbanización de Torrenueva donde sólo hay casas unifamiliares con jardines, muros y bastante espacio entre sí.

En el caso de la casa 266, no colinda más que con la vivienda mencionada anteriormente. Por su otro extremo forma una esquina entre la calle Tarifa y la avenida de Jerez y existen varios metros de distancia con las demás viviendas.

Además, a tenor de lo que contaron los vecinos a este diario, los fallecidos no parecían tener mucha relación con su entorno.

Su vecino colindante explicó que «no los conocía más allá de un hola o un hasta luego». Sin embargo, aseguró que parecían personas «muy tranquilas». Según declaró este vecino, así como otro que vive justo enfrente del lugar del crimen, los tres llevaban viviendo de alquiler en este chalé unos cinco años.

«No eran veraneantes. Vivían aquí todo el año», aseguraron a este periódico.