Los indicios apuntan a que el caso de la muerte de tres integrantes de una misma familia -un británico y su mujer e hija irlandesas-, que presentaban impactos de bala en su casa de Mijas, es un parricidio que cometió él y después se suicidó, ya que dejó una carta de despedida donde pide perdón.

Fuentes cercanas a la investigación han informado hoy a Efe de que las pesquisas van a ir por ahí y que se encontró una pistola al lado del cuerpo del hombre, un keniata con pasaporte británico de unos 57 años.

Forenses del Instituto de Medicina Legal de Málaga han practicado hoy las autopsias a los tres cadáveres y confirman que se ha tratado de muertes violentas por heridas de arma de fuego.

Los cuerpos sin vida de las dos mujeres -la madre de 54 años con discapacidad física y la hija de 28 y con síndrome de Down- fueron hallados ayer tapados con una manta y en una habitación de la casa, mientras que el cadáver del hombre estaba en el salón.

El propietario de la vivienda donde residía esta familia en régimen de alquiler avisó a la Guardia Civil después de que desde hace unas semanas no supiera nada de sus inquilinos.

El hombre había ido al apartamento y vio el cuerpo del fallecido, por lo que alertó al instituto armado, cuyos agentes hallaron en otra habitación de la casa los cadáveres de las mujeres e investigan el caso.

Las tres muertes podrían haberse producido el pasado lunes en la vivienda de la urbanización Torrenueva, inmueble en el que no se han encontrado otros signos de violencia.

La familia residía en la zona desde hace varios años, cuatro o cinco según precisaron a los periodistas vecinos de la zona.