Pese a que la DGT ha instalado en la A-7 toda una serie de medidas de advertencia a los conductores alertando de la peligrosidad del tramo que comprenden los kilómetros 200 y 205, la incidencia no ha bajado nunca, según fuentes de la DGT. Entre estas medidas están los elementos de balizamiento y señalización, reductores de velocidad además de la instalación de dos radares fijos. Éstos se encuentran justamente a la altura de una gasolinera en el núcleo urbano de La Cala, en sentido Málaga, y el otro justamente a la altura del faro de Calaburras, en sentido Cádiz.