El municipio malagueño de Casares, el primero de Málaga en contar con una playa específica para perros del 1 de junio al 30 de septiembre, considera que poco a poco estas instalaciones se irán extendiendo al resto de la provincia, incluida la capital, por la propia demanda existente en la sociedad.

El concejal de Playas, Juan Jesús Rodríguez, ha señalado que en este segundo año, tras ponerse en marcha en el verano de 2012 con un gran éxito, la situación ha mejorado e, incluso, les ha desbordado porque son muchos los ciudadanos que se están interesando por lo que hay que hacer para que sus municipios cuenten con estos espacios.

Respecto a las instituciones, el pasado año se interesó Fuengirola y un municipio de Canarias y hace unos días fue el Ayuntamiento de la capital el que solicitó información al respecto. Precisamente, el grupo municipal de IU llevará al pleno municipal que la ciudad malagueña cuente con una playa para perros, para lo que se están recogiendo firmas.

Así, el edil de Casares ha indicado a Europa Press que más allá del interés institucional está el de los propios ciudadanos de todos los puntos de España que cada día preguntan en el Ayuntamiento de Casares, un pequeño municipio con tres kilómetros de costa y cuya población se triplica en la época estival. En dicha localidad hay dos hoteles rurales y uno de cinco estrellas gran lujo, Finca Cortesín, pero lo más extendido es el alquiler de casas para vacaciones.

A pesar del buen funcionamiento de la iniciativa, el Consistorio no se ha planteado ampliarla a más kilómetros de playa: "está teniendo mucho éxito y viene mucha gente, pero aún es más la gente que quiere bañarse en las playas sin que haya perros".

La idea fue de una vecina alemana

La idea surgió de una vecina alemana del municipio, ya que son los ciudadanos extranjeros los que no entendían por qué no podían ir a la playa con sus animales. Tras interesarse y hacer las gestiones oportunas con el Ayuntamiento, éste se dirigió a la Demarcación de Costas, que lo derivó a la Junta de Andalucía, puesto que ya tenía las competencias en gestión del litoral.

La de Casares ocupa un tramo de 4.100 metros cuadrados en la playa de la Sal, a la que se accede desde el paseo de la Perla de la Bahía, junto a la Torre de la Sal. Esta nueva zona habilitada cuenta con papeleras y carteles informativos en los que se pide a los dueños de los animales domésticos que retiren los excrementos de los mismos. En caso de no hacerlo, las multas van de 60 a 600 euros para reincidentes.

Fuera de esta zona, el Ayuntamiento de Casares aplica el Decreto 194/1998, de 13 de octubre, por el que se aprobó el reglamento sobre vigilancia higiénico-sanitaria de las aguas y zonas de baño de carácter marítimo, que prohíbe durante la temporada de verano el acceso de animales domésticos a las mismas.