Pocos municipios españoles poseen cerca de 150 kilómetros cuadrados, un sistema montañoso grande y frondoso en lo que a vegetación se refiere, tres núcleos de población separados, urbanizaciones, y encima, está bañado por el mar. En nuestra provincia esas cualidades las encontramos en Mijas, y quizá por estas circunstancias, los casos de personas desaparecidas suelen ser una tónica, por desgracia, habitual.

Cinco vecinos de Mijas en paradero desconocido en los últimos cinco años. Eso sin contar los que tristemente fueron hallados sin vida poco después de su desaparición o los que afortunadamente pudieron volver a su hogar tras haber sido declarada su ausencia prolongada.

Amy, Isabel, Juan Antonio, Francisco y John. Son los nombres que han dejado tras de sí a cinco familias rotas por el dolor. El que les causa levantarse cada mañana sin poder abrazar a su ser querido y la desesperación de no contar con ninguna pista que les permita saber siquiera qué ha sido de ellos.

La primera de esas familiares la de Amy Fitzpatrick. Una joven irlandesa que salió de su casa de La Cala de Mijas poco antes de la medianoche del 31 de diciembre de 2007 para cuidar a los hijos de un vecino y lo hizo por un camino de espesa vegetación.

Tenía, en ese momento, quince años. Nunca más se supo de ella. Las investigaciones siempre apuntaron a un posible rapto.

En el verano del siguiente año, y en circunstancias distintas, se esfumó Isabel Cortés, una mijeña de 45 años que huyó de su casa, situada en la zona de Majada Vieja, rumbo a La Cala, tras discutir con su familia. Cuando pasaron las horas, sus familiares echaron en falta una cuerda que había en la casa y siempre se han temido lo peor. Pero no se la ha vuelto a ver.

«Fue todo muy raro. La buscamos todo lo que pudimos y luego la Guardia Civil, de golpe y porrazo, nos dijo que dejaban de buscarla. Ha habido gente que dice que la han visto en Granada y en Fuengirola. Nuestra esperanza es que, efectivamente, haya huido voluntariamente», explicó Cristóbal González, primo de Isabel.

El siguiente en esta macabra cronología hace justamente tres años que fue visto por última vez. A sus 32 años, Juan Antonio Gómez Alarcón, un experimentado senderista y espeleólogo natural de Mijas Pueblo, partió sólo, sin teléfono móvil ni documentación, a realizar una ruta por la Sierra de Mijas durante un par de días. Pasado ese tiempo sus familiares no dudaron de que algo pasaba.

Durante casi dos semanas, la Guardia Civil coordinó un operativo de búsqueda que contó con centenares de voluntarios. Peinaron la serranía en sus principales rutas y cuevas. Pero no hubo suerte. La familia y los amigos siguieron organizando marchas semanalmente para encontrar alguna evidencia. Pero más de lo mismo.

Frustración

«Llevamos carteles allá a donde vamos. Tratamos de mantener viva su memoria. Pero la gente tiene vida y tienen que seguir adelante. Por eso, y porque a todos nos frustra mucho haber recorrido la sierra y no encontrar nada, hemos dejado de hacer marchas asiduamente», comenta su hermana, Carmen, que nunca ha desechado cualquier hipótesis, desde que haya perdido la conciencia de su identidad hasta que haya podido morir víctima de un accidente.

Ya en 2011, otro mijeño de aficiones campestres, Francisco Ruiz Galán, fue visto por última vez el 24 febrero de 2011. «Venía de su parcela muy contento porque había vendido alguno de los perros de caza que él criaba. Llevaba dinero encima e invitó a varios conocidos a tomar algo en el bar de una gasolinera de Las Lagunas. Alguien lo llamó por teléfono, dejó a medias el café que había pedido, y no volvió», relató José Antonio Sánchez, el portavoz de la familia.

Ésta siempre ha pensado, según Sánchez, que el dinero ha sido la causa de su desaparición y que «Maluco» -como es conocido- ha sido asesinado. «Pero ni la Guardia Civil ni nadie ha encontrado una pista de su cuerpo», apuntó.

La última desaparición llegó el pasado verano. El 21 de agosto de 2012, John Martin Leach, un actor británico de 65 años, salió de su casa de La Cala con diez euros en su bolsillo y su teléfono móvil. Nunca se supo más de él.

«Es desesperante. Como si se lo hubiera tragado la tierra. Casi un año después todavía sigo dándole vueltas y no entiendo cómo no se puede saber nada de dónde puede estar», confiesa Susan Leach, su esposa.

Sentido homenaje al senderista perdido en la sierra de Mijas

La familia de Juan Antonio Gómez Alarcón, el senderista desaparecido en la sierra de Mijas mientras realizaba una ruta, organizó ayer un sentido acto en recuerdo a su figura en el día que se cumplían tres años en que fue visto por última vez. El escenario elegido, en esta ocasión, fue la ermita de El Calvario, a pocos metros de Mijas Pueblo.

«Se trata de un lugar de partida de muchas de las rutas senderistas de la sierra y que tiene una simbología enorme, porque Juan venía mucho aquí. Sólo queríamos agradecer a todos: Ayuntamiento, medios de comunicación, voluntarios y amigos que nos han ayudado durante todos estos años tan duros para nosotros», explicó Carmen Gómez, hermana del desaparecido y portavoz de la familia.

Acompañados por amigos, vecinos y autoridades, caminaron a las 9 horas desde el Ayuntamiento hasta el citado templo para leer un comunicado.