Pedro Gosatti, extrabajador del área de Turismo de Fuengirola y coordinador de las campañas electorales de la alcaldesa, Esperanza Oña, en 1995 y 1999, está acusado de malversación de caudales en el marco del caso Viajes. Así, ayer usó su declaración para asegurar que él se encuentra en esta difícil situación porque el proceso «está politizado». «Estoy aquí por ser el jefe de campaña de la alcaldesa de Fuengirola», Esperanza Oña, precisó, lo que le valió la reprimenda del presidente del Tribunal del Jurado, Fernando González Zubieta, quien le reclamó que no introdujera elementos ajenas al debate.

De cualquier forma, el proceso tiene un marcado tono político porque, además de la Fiscalía, forman parte de la acusación el Ayuntamiento de Fuengirola y el PSOE. Y también está acusado el exedil de Turismo Cristóbal Calvo, éste, según la Fiscalía, por consentir que su subordinado malversara el dinero.

De cualquier forma, el juicio empezó con una buena noticia para los procesados. El fiscal solicitaba cinco años de prisión para los dos acusados, pero rebajó la pena a tres ejercicios de privación de libertad, y la inhabilitación de una década a seis años, al reducir también la cuantía de lo supuestamente malversado de 7.821 euros a 5.544.

En concreto, se acusa a Gosatti de quedarse con parte del dinero abonado por tres viajes a Melilla entre finales de 2002 y principios de 2003, de tal forma que el ciudadano pagaba 33 euros y el Ayuntamiento sufragaba el resto del billete.

El entonces técnico de Turismo era el encargado de cobrar esas cantidades y remitirlas a una cuenta bancaria. El edil se juega la cárcel por presuntamente haber consentido los tejemanejes del empleado. Así, la suma en disputa es de 5.544 euros. De cualquier forma, el asunto tiene algunos claroscuros y el fiscal va a tener que batirse el cobre si quiere lograr condenas, entre otras cosas porque tendrá que demostrarle al jurado popular que Calvo dio su consentimiento, sin género de dudas, a Gosatti para que éste se apropiara del dinero que pagaban los ciudadanos.

La línea de defensa del segundo está clara, además de haber alegado que unos hechos que sucedieron en 2002 se estén juzgado en 2013. «Es un plazo dilatado, una instrucción anómala y lenta que choca con el derecho a la justicia en tiempo y la tutela judicial efectiva», dijo el letrado José Luis Ortega, quien negó «rotundamente los hechos».

Este letrado y la abogada de Gosatti fueron claros: en primer lugar, habría que discutir si lo malversado son caudales públicos, puesto que lo entregaron ciudadanos particulares para pagar parte de un viaje; además, la letrada de Gosatti presentó un CD del banco Santander en el que constarían ingresos por valor de varios miles de euros con motivo de esos viajes. El empleado municipal fue contundente: «Ingresé, pagué y acabé». Para luego indicar, en mitad de una refriega dialéctica con el abogado del grupo municipal socialista fuengiroleño: «El PSOE está harto de buscar corrupción en el Ayuntamiento de Fuengirola, y no la encuentra. Ya quisiera cualquier ayuntamiento tener una alcaldesa de la honradez» de Esperanza Oña.

Gosatti explicó que el caso está «politizado. Estoy aquí por ser el jefe de campaña de la alcaldesa de Fuengirola», dijo, y recalcó que él se limitaba a organizar la Feria de los Pueblos y a cobrar las cuantías que los ciudadanos entregaban por ir a Melilla en virtud de un convenio al que habían llegado Fuengirola y un touroperador.

De hecho, insinuó que él pagó parte del dinero a un representante de esa empresa en metálico, pero que luego, una responsable de la sociedad, le pidió que no lo siguiera haciendo. «Me imagino por qué», aclaró, para defender luego su inocencia y asegurar: «Yo dependía de la alcaldesa, ya que era una especie de asesor».