Agentes de la Policía Local de Benalmádena han logrado poner fin a la actividad irregular de una red que se dedicaba al transporte de viajeros, a modo de agrupación de taxistas ilegales que ejercían la competencia a los propietarios de licencias oficiales. Esta actuación parte del incremento en las últimas fechas de las inspecciones en el municipio, mediante policías de paisano que tenían como objetivo «erradicar el intrusismo en el sector público del taxi».

La concejala delegada de Seguridad, Concepción Tejada, en compañía del concejal de Transporte, Rafael Obrero, y del portavoz de la Policía Local de Benalmádena, Salvador Fuentes, detallaban ayer cómo se ha desarrollado esta actuación policial. Todo partió de la «localización» de un negocio local que ejercía de «tapadera». En dichas dependencias se coordinaba el trabajo de los «taxis piratas», por lo que desde ese mismo punto comenzaron las investigaciones.

«Tras varias reuniones mantenidas con el sector del taxi en las que nos transmitieron el malestar que tenían por este grave problema, los agentes de la Policía Local estuvieron realizando un seguimiento e identificaron varios vehículos que presuntamente estaban llevando a cabo esta actividad», aseguró ayer la edil benalmadense.

«Gracias a esta serie de acciones se detectó un negocio que servía de tapadera para el intrusismo en el sector del taxi, el cual se ha conseguido desmantelar. Desde la Delegación de Seguridad advertimos a nuestros vecinos y visitantes sobre las deficiencias y los perjuicios que origina este servicio ilegal, como consecuencia de que no se somete a ningún control de seguimiento por parte del Ayuntamiento, la institución que se encarga de supervisar todas las tarifas de transportes y los carnés y que exige a los profesionales del taxi estar al corriente de todos los tributos», destacó ayer en rueda de prensa la propia Concepción Tejada.

El Consistorio recordó también que estos vehículos no son los oficialmente fabricados para este uso público, sino que son «adaptados para los viajeros». Por ese motivo ya son ilegales, «porque no ofrecen ninguna seguridad ni garantía a los usuarios».

Obrero mostró su satisfacción por el resultado tan importante que están obteniendo las acciones encaminadas a erradicar esta práctica ilegal. «Más de 300 familias viven de este sector en Benalmádena, por lo que no podemos permitir de ningún modo que se perjudique con prácticas ilegales al mismo». El edil manifestó también que las delegaciones de Transporte y de Seguridad han establecido un dispositivo especial para la coordinación, «centrada en acabar con los taxis piratas en nuestro municipio». Y recordó que no sólo se deteriora, con este tipo de redes, la economía del sector, sino que también «perjudica nuestra imagen turística».