Casi cinco meses después de que se declarase una guerra abierta entre los miembros de la ejecutiva del PSOE de Fuengirola, ayer llegó el desenlace, aunque sin un vencedor claro. Javier García León dimitió ayer como secretario general de la formación socialista en Fuengirola y junto a él, doce miembros más de la directiva local. Las diferencias entre el también diputado provincial y nueve miembros de la agrupación local, entre los que se encuentran el secretario de Organización, Samuel García Tamajón, y el portavoz del grupo municipal en el Consistorio de la localidad, Juan Pedro Álvarez, han provocado este abandono en bloque.

Este periódico tuvo acceso al escrito que García León presentó ayer en la sede del PSOE de Málaga y que formalizó la retirada de la primera línea política del que fue el último candidato socialista a la alcaldía fuengiroleña. En él consta su firma y de socialistas tan representativos como la hasta ayer presidenta local, Carmen Segura, o el secretario de Política Municipal, Diego Vega, entre otros.

La principal razón que esgrimen todos ellos es el bloqueo que a su juicio, sufre el partido a nivel local desde el pasado 7 de junio, cuando Álvarez, secundado por Tamajón y Johanna Forssell, arrebataron la portavocía municipal del PSOE a Javier García León.

En este sentido, acusan a los nueve cargos orgánicos de llevar a cabo «un comportamiento desleal» con la formación porque, según dicen en el escrito, han impedido participar a la militancia en los procesos ordinarios y extraordinarios de la organización. Sin ir más lejos, en la asamblea extraordinaria que debe decidir los delegados de la agrupación local para llevar su voto al próximo congreso regional para elegir al nuevo secretario general del PSOE de Andalucía.

Igualmente, argumentan la dimisión conjunta «en defensa de la militancia, del partido en la ciudad, de nuestros votantes y la propia Fuengirola».

Cruce de acusaciones

Por su parte, fuentes cercanas al sector de la ejecutiva contrario a García León acusaron al diputado provincial justamente de lo mismo: de boicotear la acción política de la formación durante estos casi cinco meses de división.

Las mismas fuentes celebraron la marcha del exsecretario general y de sus partidarios, pues aseguran que durante su liderazgo la imagen del partido a nivel local ha experimentado una seria devaluación. Muestra de esta tesis, según dichas fuentes, fueron los resultados de las últimas elecciones municipales, donde el PSOE cosechó su peor resultado histórico en el municipio, con García León como candidato.

Los estatutos del PSOE prevén en estos casos, que la Comisión Ejecutiva Provincial constituya una comisión gestora que dirija la formación. Cuando vuelva la calma, convocará una asamblea para que los militantes elijan un nuevo secretario general.