La Junta Local de Gobierno de Mijas aprobó ayer modificar las ordenanzas con el fin de reservar una playa para que los dueños de perros puedan pasear a sus mascotas por el litoral, como ya hiciera el mes pasado el vecino municipio vecino de Fuengirola. Se trata de la playa del Castillo, que sirve de frontera entre ambas localidades y se convertirá muy pronto en la segunda playa para canes de toda la provincia, por detrás de Casares.

La primera teniente de alcalde de Mijas, Lourdes Burgos, anunció ayer esta modificación, que permitirá la presencia de perros todo el año en esta zona del litoral mijeño, y no exclusivamente en temporada no estival, tal y como contemplan actualmente las ordenanzas municipales.

La edil adelantó que la playa tendrá, junto con la parte de Fuengirola, 2.500 metros cuadrados de superficie y estará señalizada como playa canina. Estos animales deberán estar siempre controlados por su dueño, y si pesan más de 20 kilos, tendrán que llevar bozal obligatoriamente.

Asimismo, los propietarios tendrán que llevar consigo la documentación del perro y recoger los excrementos que éstos puedan depositar en la arena. Eso sí, queda totalmente prohibida la presencia de especies clasificadas como potencialmente peligrosas.

Será, por tanto, la segunda playa para perros de la provincia, pero muy previsiblemente, no la última ya que otros municipios, como Marbella, han anunciado proyectos similares en playas de Las Chapas, el centro y San Pedro.

El pasado mes de marzo, se produjo una fuerte polémica en el municipio marbellí cuando el expresidente del Gobierno José María Aznar fue captado por un fotógrafo paseando a sus perros, sueltos y sin bozal, por una playa de la localidad. Una conducta, que actualmente está prohibida por las ordenanzas municipales de Marbella y que, sin embargo, no fue objeto de sanción alguna por parte de la institución.