Un hombre de 28 años de edad se encuentra en estado grave tras ser tiroteado ayer cuando se encontraba en su domicilio en el núcleo de San Luis de Sabinillas, en el término municipal de Manilva.

Los hechos tuvieron lugar a las diez de la mañana en un piso del número 5 de la avenida de España, cuando la víctima se hallaba descansando. El joven, de origen marroquí, escuchó el timbre de la vivienda y al abrir la puerta recibió tres impactos de bala, uno en el antebrazo derecho y uno en cada pierna.

Según los testimonios de varios vecinos del edificio, «justo tras el sonido de los disparos se oyó a alguien bajar deprisa por las escaleras, de manera muy ruidosa». El herido comenzó a gritar y se asomó por la ventana para pedir auxilio y, tras hacerse un torniquete en el brazo con una toalla, bajó a la calle vestido con una sudadera y ropa interior para pedir ayuda. Justo en ese momento se desvaneció en la carretera sin llegar a perder la consciencia.

En el lugar de los hechos se personó en primera instancia la Policía Local, cuyos efectivos taponaron las heridas del joven mientras llegaba la asistencia sanitaria. Los agentes intentaron hablar con el herido para que no perdiera el conocimiento y mantenerlo despierto. A continuación llegó la Guardia Civil, que se ha hecho cargo de las investigaciones del suceso. Efectivos del 061 atendieron al joven in situ, y posteriormente lo trasladaron en helicóptero al hospital Costa del Sol de Marbella.

Según fuentes del centro hospitalario, «la víctima presenta heridas de arma de fuego en el antebrazo derecho y en ambas piernas y se encuentra en observación, pendiente de evolución, a la espera de determinar si finalmente es intervenido quirúrgicamente o no. Su estado es grave».

Aunque aún no se conocen datos de la investigación, testigos presenciales de los hechos aseguraron que el propio herido confesó a la Policía Local que «el agresor es un varón, moreno, de 1,80 metros de altura». Fuentes cercanas al caso confirmaron que el joven no conocía a la persona que le disparó, que iba «a cara descubierta» en lo que podría ser un «ajuste de cuentas».

La víctima, que vive de alquiler en el edificio, no se relacionaba mucho con las personas que residen en el bloque de viviendas, quienes aseguraron que el joven lleva sólo unos meses en el edificio. «Sé que ahí vive alguien porque escucho el ruido pero ni siquiera sé qué cara tiene el chaval o si vive sólo o acompañado», relató una vecina, que aseguró que «su familia siente mucho miedo, sobre todo, por los pequeños que juegan en la zona y por ser una calle con mucho trasiego, al haber un conocido supermercado cerca». En este sentido, otros residentes afirmaron que «en muchas ocasiones se escuchaban voces y movimiento de muebles en el piso de la víctima a altas horas de la noche».

Al parecer, el hombre apenas tenía relación con los vecinos y con la gente del barrio, según un trabajador de un establecimiento cercano: «El hombre pasaba totalmente desapercibido por el barrio» afirmó.