­Los vecinos que paseaban ayer por la playa de El Castillo de Fuengirola se encontraron con una sorpresa. Un tiburón hembra se puso de parto en la orilla dejando perplejos a cuantos paseaban por la zona. «Suelo salir a caminar por la mañana. Me llevé un susto increíble porque no lograba reconocer desde el paseo marítimo qué animal era y qué hacía allí», comenta Lucía Martín.

Lo mismo le sucedió a Antonio Calvillo. «Mientras conducía por la mañana para ir al trabajo vi desde la carretera que había algo en la orilla que se retorcía, creía que era un delfín varado, pero cuando llegué hasta allí me di cuenta de que se trataba de un tiburón», comenta.

El joven mijeño llamó a emergencias del 112 para avisar de lo sucedido y que enviaran efectivos del Seprona a la playa. Un matrimonio que paseaba por el lugar se detuvo también para socorrer al animal.

El parto

«En uno de los coletazos dejó ver el vientre y vimos que le salía una colita pequeña», asegura Antonio.

Una vez que pudieron comprobar que se trataba de un parto, arrastraron al ejemplar para ponerla de costado y, haciendo algo de presión en el vientre, le ayudaron a dar a luz a unas diez crías.

«Eran tiburoncitos preciosos que salían con mucha vitalidad e iban nadando adentrándose al mar», señala Antonio.

En ese momento, llegaron dos agentes de la Guardia Civil que patrullaban los alrededores y vieron movimiento en la orilla.

Uno de ellos se quitó la ropa y junto a Antonio arrastraron al tiburón a una zona con más agua donde pudiera oxigenarse. «Teníamos miedo de que le pasara algo a la madre porque estaba muy débil con el parto», apunta Antonio.

Finalmente lograron que se recuperara y ella misma salió nadando mar adentro junto a sus crías. «Nunca olvidaré esta experiencia tan enriquecedora», concluye el joven mijeño.

Este tiburón es avistado con asiduidad en la playa de El Bote.

@MariaAlbarral