­Jessica Platero Expósito, sobrina de Domingo Expósito, aseguró ayer en declaraciones a La Opinión de Málaga: «Lo que queremos ahora es justicia para mi tío y que la niña vuelva con nosotros». Apuntó a que están en contacto constante con la Embajada española en Argentina, y que sus responsables les dicen que todo se hará en el periodo más breve posible de tiempo.

Platero confirmó que el letrado de la familia, Manuel Huerta, «va a reclamar la guarda y custodia para la abuela». «Lo primero que queremos es que el cadáver de mi tío llegue aquí, ahora mismo estamos pensando en él, y cuando esté aquí y todo esté solucionado, ya veremos lo de la niña», precisó.

Platero aclaró que no tienen contacto con la niña, de seis años, desde hace muchísimo tiempo. Su familiar asesinado llevaba cuatro meses sin «ver ni hablar» con su hija, y aguardaba en el país la feliz resolución del contencioso judicial por la custodia de la niña, que le había atribuido a él un juzgado de Fuengirola pero que la madre ha frustrado en varias ocasiones, según cuentan el abogado y la familia.

«Sólo pudo hablar una vez con la niña, la pequeña llamó desde el teléfono de la madre diciendo que no quería volver a España», aseguró la sobrina de la víctima. «Mi tío tenía guardados mensajes de texto en los que ella le decía a él que no iba a volver a ver a la niña y que no iba a volver a España», agregó. «Nuestra meta es que esté con la abuela, que ahora mismo está destrozada».

El letrado aseguró que ya se frustró una entrega anterior de la niña al padre, ocurrida el pasado marzo, cuando la juez argentina obligó a Domi Expósito a comprar los billetes de avión para su hija, él mismo y la madre de la niña para volver a España, pero ella no se presentó alegando que le habían robado los pasaportes.

Carolina Gayá, actual pareja del fallecido, contó al diario La Nación el terror que vivió durante el funesto lance, y aseguró: «Todas las pruebas apuntan al mismo lugar». «Él intuía que podía pasar algo malo, pero no pensamos que se daría esta tragedia», precisó al rotativo argentino, unas declaraciones recogidas por la agencia de noticias ADN Sur.

«Empezó a ponerle trabas»

Domingo Expósito vivía desde hacía dos años en Argentina para tratar de llevarse a su hija a España. «Hasta hace cuatro meses teníamos visitas compartidas y la veíamos a la nena sin problemas. Se la notaba sana y contenta. Pero cuando la jueza dispuso la primera fecha de viaje a España, la madre de la nena empezó a ponerle trabas a Domingo para que no la viera».