Los familiares de Juan Antonio Gómez, el montañero desaparecido en 2010 cuando realizaba senderismo por la sierra de Mijas, han organizado una marcha urbana para el próximo 20 de julio, para recordarlo justo el mismo día en que se cumplen cuatro años de su desaparición.

Según ha explicado a Europa Press su hermana, Carmen Gómez, se trata de un recorrido de unos tres kilómetros, que se desarrollará por aquellas calles del municipio que son desconocidas para los visitantes, por las que un turista no pasaría sin un guía y por las que, incluso, es poco habitual que transiten los vecinos de Mijas.

La marcha comenzará a las 09.30 horas, y al finalizar se realizará entre los asistentes un sorteo de regalos aportados por las empresas que han colaborado para organizar el evento. Además, los participantes podrán dejar un mensaje al senderista en un libro de firmas.

El punto de salida y de llegada es la plaza de los Siete Caños, del barrio Santana, lugar donde creció y empezó su andadura en el deporte Juan Antonio Gómez. «Lo hemos orientado para que sea un momento para poder pasar en familia y con amigos, recordando que nos sigue faltando un mijeño», explicó

Para los amigos y familiares, esta actividad, pensada para todo tipo de personas, desde niños a mayores, es la mejor manera de recordarle y rendirle homenaje, dado que, según lo definen, se trataba de «un enamorado» de Mijas y de su sierra.

«Es nuestra forma de seguir luchando, de demostrar al mundo que tenemos esperanzas y de seguir haciendo ruido para concienciar a la sociedad de que hay miles de desaparecidos en España», añadió

La inscripción en la marcha urbana por Mijas es gratuita y se puede hacer a través del correo electrónico desaparecidojuanantonio@gmail.com. Las 100 primeras personas que se interesen por participar obtendrán de regalo una camiseta.

Juan Antonio Gómez, de 32 años, espeleólogo y montañero con experiencia, desapareció el 20 de julio de 2010 cuando, al parecer, realizaba senderismo por la sierra de la localidad mijeña, una zona de la que era conocedor, sin que las numerosas batidas organizadas desde entonces hayan arrojado ninguna pista sobre su paradero.