­El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Málaga acaba de condenar al Ayuntamiento de Torremolinos a cumplir con la clausura de las terrazas de un total de seis locales de la urbanización Costa Lago que carecen de licencia para música, además de obligarle a «incoar expediente sancionador a cada uno de los locales que ya no lo tenga aperturado».

La sentencia le impone además una indemnización de 24.000 euros, a favor de la comunidad de propietarios afectados: 3.000 por cada año desde que en 2006 se elevaron las primeras denuncias por estos hechos. El Consistorio también deberá hacer frente al pago de las costas, a raíz de la denuncia que en última instancia fue presentada en octubre de 2012 por la comunidad de propietarios de la Fase Alfa, enclavada en la propia urbanización Costa Lago Fase, donde existen otras cinco comunidades también afectadas, todas de la zona de Playamar.

Pasividad municipal

Los afectados recuerdan que la denuncia partió de una supuesta «inactividad, ahora ya demostrada, que se le debe atribuir al Ayuntamiento de Torremolinos, por vulneración de derechos a resultas de inmisiones de ruidos». El presidente de la comunidad de propietarios Fase Alfa, José María Casillas, remarcó ayer la labor de la letrada Patricia Peinado Martín, «clave en este procedimiento».

«A ella le debemos algo que en teoría deberíamos acoger con mucha alegría, pero que resulta ser una sentencia agridulce. Estamos satisfechos, porque el fallo del juez pone fin a ocho años de sufrimientos y de espera, pero a la vez nos vuelve a recordar que esta denuncia se podía haber resuelto por la vía administrativa, con la participación del propio Ayuntamiento. Pero su pasividad nos obligó a ir a los tribunales y el municipio entero, del que somos nosotros también una parte, será el que tenga que asumir finalmente dicha pasividad», remarca.

Casillas agrega que, como consta en la sentencia, el propio Ayuntamiento, durante el procedimiento judicial, reconoció que los locales en cuestión carecían de la preceptiva autorización para terrazas y música en el exterior.

«Que nadie ponga en duda que nosotros somos conscientes de la necesidad de que haya oferta de ocio en nuestro municipio. Pero lo que no estamos dispuestos a tolerar es que no se compagine el mismo con nuestro descanso. En la actualidad existen medidas de carácter público, muy conocidas, de manera que pueda compaginarse ocio y descanso. Todos somos conscientes de que si un vecino en su domicilio tiene la música a un volumen excesivo, en el lugar se persona la policía en caso de denuncia de otro vecino y se comprueba que es así. Se resuelve y asunto cerrado», agrega.

Lo ocurrido, a juicio del portavoz de los afectados, es muy diferente a ese proceso normal. «Aquí hay una omisión. Se ha vulnerado reiteradamente el derecho de los ciudadanos a descansar», indica.

Los afectados confían ahora en la rápida reacción municipal: «Hasta ahora siempre han sido rápidos y eficaces ante denuncias de la Justicia, de manera que va a verse obligado a actuar. Lo triste, como digo, es que hayan tenido que pasar todos estos años. O que sigan permitiéndose a día de hoy las terrazas sin licencia, incluso con barras exteriores que también están fuera del marco normativo actual».

Casillas explica que los ruidos han bajado respecto a hace «tres o cuatro años», pero son una «realidad» aún en estas fechas.