­La Asociación de Discapacitados de Mijas (Adimi) reanudará la próxima semana los trabajos de adecuación de su nuevo centro social, que llevaban ocho años paralizados por falta de fondos. El problema de financiación ha sido complicado de resolver en tiempos de crisis, sobre todo porque aún faltaba un millón de euros para poder terminar de construir el edificio.

Sin embargo, tras casi una década, Adimi lo ha conseguido gracias al esfuerzo de varias entidades. En este sentido, el Ayuntamiento de Mijas aporta 500.000 euros, la Diputación Provincial de Málaga alrededor de 250.000, la Fundación Sonrisa del Club la Costa 200.000, y la ONCE otros 150.000 euros.

«Ha sido un alivio poder reunir el dinero. El espacio actual se nos queda pequeño y cada vez tenemos más demanda de usuarios. Esperamos que para noviembre esté acabado y podamos utilizarlo a todo rendimiento», asegura la presidenta de Adimi, Jerónima Carrasco.

El nuevo edificio, situado en la parte alta del Camino de Coín, cuenta con dos plantas. En la parte de abajo está previsto que se sitúe un área para altos dependientes, aunque aún hay que confirmar las concertaciones con diferentes instituciones para que sufraguen el alto coste de este servicio.

En la segunda planta, se encontrarían los talleres de atención temprana, fisioterapia, logopedia y taller ocupacional. «Es importantes que tengamos espacio para desarrollar nuestra labor y acoger al máximo de pacientes posible», señala Jerónima Carrasco.

La asociación está experimentando un aumento en la demanda, sobre todo, de atención temprana para menores.

«Si al centro te llega por ejemplo un niño autista, cuanto antes le trates antes verás los progresos en él y mejor será su vida futura. Es esencial un diagnóstico a tiempo y trabajar con él desde pequeño», apunta la presidenta, satisfecha con el inicio de las obras.