­En Torremolinos la instalación de la fibra óptica es casi un imposible. El Ayuntamiento de la ciudad ni tan siquiera ha contestado las peticiones de la empresa Jazztel solicitando el permiso para comenzar con este servicio en el municipio.

Otros operadores de comunicaciones también lo han intentado sin éxito. «Esta falta de interés del Ayuntamiento ha puesto al borde del precipicio a muchos trabajadores que se quedan sin empleo por la retirada de inversión de Jazztel y, a su vez, deja sin esta mejora a los torremolinenses», apunta Manuel Delgado, gerente de Cableven, una empresa de instalación de fibra óptica que hasta ahora trabajaba en Torremolinos.

La ley para agilizar la implantación de la fibra óptica contempla un plazo de dos meses para que los consistorios respondan a las solicitudes de las empresas de comunicación que deseen instalar este servicio. En caso de no haber respuesta se da por aprobada la solicitud. En el caso de Torremolinos, la petición se realizó en noviembre y al no contestar, la empresa comenzó los trabajos. «Estábamos implantando la fibra óptica en una urbanización y la Policía Local nos impuso una multa de 63.000 euros por ocupar la vía pública» señala Manuel Delgado.

Aunque han recurrido esta cantidad, la empresa tuvo que dejar los trabajos. La multinacional Jazztel decidió abandonar la inversión en la ciudad y la entidad encargada de ejecutar las obras se ha quedado al borde del abismo.

«Hemos tenido que despedir a 17 personas porque no podíamos hacer frente a los pagos de las nóminas. Hemos perdido mucho dinero», apunta el gerente de Cableven.

Asimismo, la empresa de comunicaciones cuenta con la solicitud de 30.000 vecinos de Torremolinos que desean los servicios por fibra óptica.

«Nos hemos quedado con todos los materiales comprados y sin obra. Hemos invertido alrededor de 100.000 euros en ellos para ahora no poder llevar a cabo el trabajo», afirma Manuel Delgado, quien añade que «lo normal es que los ayuntamientos firmen convenios de colaboración en vez de callarse ante las peticiones de las empresas».

A esto hay que sumar la nueva normativa impulsada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia que obliga a Telefónica a compartir su infraestructura de red con otras operadoras en todo el territorio nacional.

Ante esta situación, Telefónica reducirá el ritmo de despliegue de la fibra óptica en aproximadamente un 35% del territorio previsto, medida que detiene también la instalación de la fibra óptica en Torremolinos por parte de esta operadora española. Sea como fuere, la cuestión es que los vecinos se quedan sin servicio. El Ayuntamiento de Torremolinos no ha querido ofrecer su versión de los hechos a este diario.

@MariaAlbarral