­Malos olores en la sede judicial de la calle Párroco Juan Antonio Jiménez Higuero de Fuengirola. No se trata de una situación puntual, sino que los trabajadores llevan varios años con el problema, un asunto que se agrava aún más con la llegada del calor o en los días de viento, informaron fuentes judiciales ayer a La Opinión de Málaga.

En ese edificio judicial hay varios Juzgados de Primera Instancia y el Registro Civil, la Fiscalía o las dependencias del Instituto de Medicina Legal (IML), por lo que se trata de un inmueble al que cada día acuden cientos de personas para realizar diversos trámites, algunas de las cuales, sobre todo las que acuden al registro, se han dado perfecta cuenta del hedor «nauseabundo» que inunda las dependencias.

«Este edificio lleva mucho tiempo con el problema del olor, además es muy antiguo. Estábamos habituados a los olores, pero desde que conectaron el aire acondicionado, ahora que llega el verano, la situación es insoportable», precisan las fuentes consultadas, que ya han puesto el asunto en manos de los sindicatos.

Cada habitación tiene una rejilla, explican, como forma de distribuir el aire. Esa rendija puede cerrarse, lo que se hace cuando el olor adquiere especial intensidad, pero al llegar el calor la situación es complicada. «Ahora tenemos la rejilla cerrada y las ventanas abiertas, la gente que está por aquí, que va al Registro Civil lo huele».

Exactamente, las fuentes consultadas definen el olor como «de alcantarilla o tubería», y su persistencia como «insoportable». «Es que es todo el día. Siempre ha habido problemas por los baños, que desprenden olor, lo que explicamos porque el saneamiento es antiguo. Pero estamos seguros de que este olor viene por los conductos del aire acondicionado», precisan.

Algunas de las habitaciones de los órganos judiciales dan a un patio de luces, por lo que abrir una ventana, al dar a un sitio más limitado, ayuda poco. «No podemos ni abrir las rejillas», dicen, al tiempo que temen que a medida que vayan avanzando la primavera y el verano el calor sea cada vez mayor y ni puedan abrir las ventanas ni encender el aire acondicionado.

Creen que este puede ser un problema de salud laboral, ya que a personas con dolencias crónicas, por ejemplo migrañas, puede agravarles el estado. «Lo del olor hace que, si estás mal, el estómago repunte», dicen.

«Lo que pedimos es que vengan a mirarlo, que lo revisen y vean por qué sale ese olor insoportable de los conductos del aire acondicionado del edificio, porque no es sano», apostillan.

«Se trata de un olor insoportable durante días y días, hoy -por ayer- no se ha puesto el aire acondicionado, pero ayer -por el miércoles- fue horroroso por el viento que hacía, hay días y días? El problema es que no sabemos con qué se combinan los conductos del aire», indican. Asimismo, recalcan que no se trata de falta de limpieza, porque pese a que el inmueble judicial es antiguo y hay mucha concentración de expedientes y polvo, las limpiadoras hacen un buen trabajo, reseñan.